Washington quiere asegurarse de que el proyecto Arctic LNG 2 de Novatek esté “muerto en el agua”, ha dicho el Departamento de Estado.
Estados Unidos pretende detener el desarrollo del sector energético ruso, incluido un nuevo e importante proyecto de GNL en el Ártico, dijo Geoffrey Pyatt, alto funcionario del Departamento de Estado.
Hablando en una cumbre del Financial Times el lunes, Pyatt afirmó que Estados Unidos está apuntando específicamente al proyecto Arctic LNG 2 en la región de Yamal, al norte de Rusia, que está siendo desarrollado por el gigante energético privado Novatek.
“Nuestro objetivo es garantizar que Arctic LNG 2 esté muerto en el agua”, dijo Pyatt, quien se desempeña como subsecretario de Estado para recursos energéticos, según citó el periódico británico. “Estamos muy centrados en garantizar que Rusia no sea capaz de desarrollar nuevos proyectos para [redireccionar] el gas que había enviado anteriormente a Europa”.
Estados Unidos ha impuesto varias rondas de restricciones económicas al Arctic LNG 2, la más reciente de las cuales se anunció en noviembre de 2023.
Cortar a Europa del gas ruso barato ha sido un componente clave de las represalias occidentales desde que Moscú lanzó su operación militar en Ucrania en 2022. Si bien los productores estadounidenses de GNL se han apoderado de una gran parte del mercado, el gas ruso continúa fluyendo hacia algunos estados miembros de la UE.
Según una estimación de Reuters, la UE impulsó las compras de GNL ruso en 2023 para compensar la pérdida de gasoducto. El GNL tiene actualmente una cuota de mercado del 15%, frente a aproximadamente el 8% antes de 2022. La cuota del gasoducto ruso era anteriormente del 37%.
Moscú considera que el conflicto de Ucrania es parte de una guerra de poder encabezada por Estados Unidos contra Rusia, uno de cuyos objetivos es sofocar la competencia económica. Washington ha sacrificado el bienestar de los europeos en el proceso, han argumentado funcionarios rusos.
La pérdida del mercado europeo ha llevado a Moscú a volver a centrarse en los gasoductos que conectan los principales yacimientos de gas con clientes en Asia, principalmente China.