Con la aprobación y promulgación de leyes por la Asamblea Nacional (parlamento), denuncias de planes desestabilizadores en el contexto de las elecciones presidenciales de julio y muestras de solidaridad con Venezuela, terminó hoy aquí esta semana.
En un paso más para enfrentar la violencia promovida por la extrema derecha nacional, y apoyados por Estados Unidos y otros países, el parlamento aprobó en sesión ordinaria por mayoría calificada en su primera discusión, el Proyecto de Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares.
Al presentar la nueva norma jurídica, el jefe de la Comisión de Política Interior del Poder Legislativo, Diosdado Cabello, afirmó que el fascismo es una “gravísima enfermedad” que algunas personas comienzan a practicar y generar acciones solo para “imponer su carácter en su complejo de superioridad que llevan por dentro”.
Señaló que Venezuela ha visto al monstruo del fascismo de cerca, que se “disfraza de muchas cosas y pasan desapercibidos y no nos vamos sentar a dialogar, porque lo que corresponde es enfrentarlo, y no le corresponde solo al chavismo».
Hagamos un esfuerzo para aprobar esta ley, que haya un debate nacional, sea enriquecida y se apliquen las más severas penas a sus promotores, propuso.
Durante la presentación de la Ley en el hemiciclo legislativo, la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez explico que consta de cuatro capítulos y 30 artículos en su conjunto. Destacó que tiene por objetivo establecer los medios y mecanismos para preservar la convivencia pacífica, la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular y el reconocimiento de la diversidad y tolerancia.
En la semana el presidente Nicolás Maduro promulgó la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, que garantizará la soberanía de ese territorio, en disputa centenaria con la vecina Guyana.
El jefe de Estado procedió a la firma de este instrumento jurídico en acto protocolar y aseveró que la decisión del referendo del 3 de diciembre de 2023 será cumplida en “todas sus partes en la defensa de Venezuela en los escenarios internacionales”.
Maduro rememoró la reunión sostenida el pasado 14 de diciembre con su homólogo de Guyana, Irfaan Alí, en Argyle, San Vicente y las Granadinas, donde “logramos sentar cara a cara” al dignatario del país vecino, en presencia de ocho primeros ministros del Caribe y otras autoridades.
Apuntó que en ese encuentro mostraron documentos históricos que avalan la posición venezolana y de como el Laudo Arbitral de París de 1899 es “írrito y anacrónico”.
En ese sentido destacó que en base al Acuerdo de Ginebra de 1966, Venezuela “no lo reconoce ni reconocerá jamás”, porque es parte del derecho colonial “antiguo, desfasado y anacrónico”.
La Cancillería venezolana rechazó también de manera contundente una nota oficial de su homóloga guyanesa que manifestó que “no tolerará la anexión u ocupación” de ninguna parte de su territorio soberano.
Guyana consideró como una “violación atroz” de los principios más fundamentales del derecho internacional, la Ley promulgada por el presidente Nicolás Maduro.
Remarcó que Georgetown siempre respetó “los principios de la Carta de las Naciones Unidas, el estado de derecho y la solución pacífica de controversias”.
En el contexto eleccionario, continuó el cumplimiento del cronograma con el proceso de inscripciones en el registro electoral, mientras el fiscal general Tarek William Saab denunció planes conspirativos que se tejen desde la vecina Colombia y Estados Unidos contra Venezuela.
Reveló los planes de Caracol Televisión de Colombia, que a través de un reportaje pretenden “lavarle la cara” a los implicados en la operación Brazalete Blanco, quienes están convictos y confesos, apuntó.
Intentan descalificar todo el trabajo hecho por el Ministerio Público de hacer justicia para mantener el clima de paz en el país, y toman la información para hacer una apología al crimen, el delito y terrorismo, afirmó.
Como muestra de solidaridad, movimientos sociales y populares, partidos políticos, organizaciones obreras, personalidades académicas y gobiernos del mundo denunciaron las campañas contra la República Bolivariana, y ratificaron su solidaridad con el ejecutivo y el pueblo de Venezuela.