Más de 150 tractores llegaron al Parlamento británico el lunes por la tarde en una protesta contra las regulaciones y acuerdos comerciales posteriores al Brexit que, según dicen, pondrán en peligro sus medios de vida y socavarán la seguridad alimentaria.
Los vehículos agrícolas con banderas del Reino Unido recorrieron Londres y Westminster, llevando carteles con lemas como “Salvemos la agricultura británica” y “Sin agricultura, sin comida, sin futuro”. La manifestación de tractores se convirtió en la mayor de las últimas protestas lanzadas por agricultores de todo el país.
Según los grupos de campaña Save British Farming y Fairness for Farmers of Kent que organizaron la marcha, las importaciones de alimentos baratos y las políticas poco solidarias están poniendo en grave riesgo la seguridad alimentaria en el país.
Los activistas han criticado los planes agrícolas del gobierno del Reino Unido, así como el plan de pagos agrícolas para la Gestión Ambiental de la Tierra, diciendo que, junto con acuerdos comerciales débiles, controles de importación “inexistentes” y etiquetado engañoso, todos ellos están inevitablemente socavando las empresas agrícolas en el país.
Los organizadores han señalado los acuerdos comerciales firmados con Nueva Zelanda y Australia después de que el Reino Unido abandonara oficialmente la Unión Europea, así como el acuerdo CPTPP con 11 países, incluidos Canadá, Japón y México. Fueron un duro golpe para el sector agrícola británico, que alguna vez estuvo en igualdad de condiciones con los agricultores europeos. Los activistas han enfatizado que sus pares en la UE todavía reciben subsidios gubernamentales y pueden exportar sus productos a través del Canal.
“Necesitamos un cambio radical de política y una salida urgente de estos terribles acuerdos comerciales, que diezmarán los alimentos británicos”, dijo a la BBC Liz Webster, fundadora de Save British Farming, añadiendo que las encuestas muestran que el público respalda la agricultura británica y está dispuesto a mantener “altos estándares alimentarios y apoyar a los productores locales”.
Además, los agricultores que protestaban destacaron la falta de controles de importación adecuados, que permiten la entrada al país de alimentos de calidad inferior, y dijeron que algunos productos están etiquetados con una bandera de la Unión a pesar de no haber sido cultivados ni criados en el Reino Unido.