Definidos ya como los presumibles candidatos de sus respectivos partidos en Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump centran hoy su estrategia en ganar el voto latino, fundamental en el camino hacia la Casa Blanca.
El presidente Biden y su antecesor en el cargo, el republicano Donald Trump, intensificaron la última semana sus acciones de campaña para cortejar ese segmento de electores, que podría marcar la diferencia en 2024.
En los últimos días, Biden encabezó una serie de visitas a las comunidades latinas en las que lanzó su propia ofensiva por el voto hispano, «Latinos con Biden-Harris».
El equipo de campaña circuló un aviso con la sentencia: «Una Opción», en el que buscan contrastar el presente con la amenaza de una vuelta de Trump a la presidencia, por eso «Tu voto hace la diferencia», afirma un corto dirigido a los medios hispanos.
La comunidad latina respaldó a Biden en 2020, pero casi cuatro años después hay señales de aviso que ese apoyo se resiente, si se tienen en cuenta las encuestas, que dan cada vez números en ascenso a Trump entre ese segmento del padrón electoral.
En este momento la batalla publicitaria y el financiamiento de campaña apuntan a lograr, en primer lugar, que los hispanos vayan a votar.
Para algunos observadores la disyuntiva no es entre votar por Biden o Trump, la la diferencia será entre votar o no votar.
Sostienen analistas que los ciudadanos con derecho al sufragio están decidiendo si quieren votar, pues en Estados Unidos solo el 50 o 60 por ciento de los electores va a las urnas a depositar su boleta para elegir al presidente.
De manera que mucho de la elección está basado en quién puede convencer a ea masa de votantes de que vale la pena salir para ellos.
Mientras Trump festejó la victoria del hispano Bernie Moreno el 19 de marzo en el estratégico estado de Ohio y ganó un aliado que sería, quizás, vital para arrebatarle a los demócratas el control del Senado.
Moreno -un rico excomerciante de automóviles que nunca ocupó un cargo electo- se impuso en las primarias del martes a otros dos republicanos, Matt Dolan y Frank LaRose, y ahora su duelo será en noviembre frente al senador demócrata Sherrod Brown, que se postula para la reelección en un estado cada vez más conservador.
Pero el dato más llamativo de Trump en este cortejo a los latinos es que cada vez sus suena con más fuerza la posibilidad de que sea el senador de origen cubano Marco Rubio su elegido como candidato a la vicepresidencia en su fórmula para el próximo 5 de noviembre.
Es interesante además cómo Trump incrementó su retórica antiinmigrante en particular sobre los indocumentados que intentan cruzar la frontera sur; sin embargo, tiene el apoyo de una parte del electorado latino que le atribuye a Biden el caos en el límite entre Estados Unidos y México.
A la ofensiva del exmandatario para seducir a esos votantes se sumó la difusión de un spot de la campaña “Latinos por Trump” con música cubana de fondo, pero provocó una reacción inmediata de la campaña Biden-Harris porque advirtieron que el aviso publicitario no era nuevo.
«El ‘nuevo’ anuncio de Trump dirigido a los latinos es el mismo que publicó en 2020, ¿tal vez no pueda permitirse uno nuevo?», afirmaron.
Durante una visita a Arizona, Biden hizo un llamado personal desde un restaurante mexicano: “Los necesito de vuelta”, al referirse a los latinos.
Dijo que los venideros comicios serán no un referéndum sobre él, sino una elección entre él “y un tipo llamado Trump” y recalcó el discurso despectivo del republicano desde su campaña de 2016 cuando llegó a afirmar que muchos de los que llegan a Estados Unidos desde México son violadores y los calificó de animales.
La afirmación más reciente de Trump es que los migrantes están “envenenando la sangre de nuestro país”.