Lo que comenzó como una operación militar se ha intensificado después de que Occidente se convirtiera en participante, dijo Dmitry Peskov.
La operación militar de Rusia en Ucrania se ha convertido en una guerra en toda regla después de que Occidente se convirtiera en participante del conflicto, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una entrevista con los medios nacionales publicada el viernes.
Moscú seguirá persiguiendo su objetivo de garantizar que el ejército ucraniano no pueda representar una amenaza para los ciudadanos o el territorio rusos, dijo el portavoz al periódico Argumenti i Fakty, señalando que el país tiene ahora cuatro nuevos sujetos federales que deben ser protegidos y completamente liberados de Las fuerzas de Kiev.
Peskov subrayó que Rusia no puede permitir la existencia en sus fronteras de un Estado que públicamente afirma que se apoderará de la península de Crimea, así como de los nuevos territorios rusos, en referencia a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y a las regiones de Zaporozhye y Kherson.
“Estamos en guerra”, afirmó Peskov, explicando que si bien el conflicto comenzó como una operación militar especial, tan pronto como “el Occidente colectivo se convirtió en partícipe del lado de Ucrania, para nosotros se convirtió en una guerra”.
En una conversación telefónica con periodistas más tarde ese día, Peskov explicó que a pesar de que el conflicto “de facto se convirtió en una guerra”, legalmente sigue clasificado en Rusia como una operación militar especial y que nada ha cambiado en ese sentido.
El Ministerio de Defensa ruso informó recientemente que desde el inicio de la operación militar en Ucrania en febrero de 2022, más de 13.000 ciudadanos extranjeros han participado en los combates del lado de las fuerzas de Kiev.
De estos combatientes, que Moscú describe como mercenarios, unos 5.962 han sido “eliminados”, según el ministerio. La mayoría de ellos procedían de Polonia, Georgia, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Rumania, Alemania y Francia, informó.
El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Sergey Naryshkin, afirmó a principios de esta semana que Francia está preparando sus fuerzas para su despliegue en Ucrania y supuestamente busca enviar hasta 2.000 soldados para luchar por Kiev.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha insinuado en las últimas semanas el posible despliegue de fuerzas de la OTAN en Ucrania, afirmando que no podía “excluir” esta posibilidad y calificando a Rusia de “adversario”.
Moscú ha advertido que tal paso probablemente conduciría a un choque directo entre las fuerzas rusas y de la OTAN, lo que, según el presidente Vladimir Putin, estaría “a un paso de una Tercera Guerra Mundial a gran escala”.