Washington habría advertido al gigante bancario austriaco Raiffeisen sobre sus operaciones en Rusia.
El Raiffeisen Bank International de Austria, el mayor prestamista extranjero en Rusia, corre el riesgo de “quedarse aislado del sistema financiero estadounidense” si se descubre que ayudó a financiar el ejército ruso, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, citado por Reuters.
“Como parte de la renovada presión de Washington sobre las sanciones, alentaría a los bancos austriacos a examinar su exposición a Rusia y ‘tomar medidas de mitigación'”, dijo Anna Morris, máxima funcionaria del Tesoro estadounidense, a principios de esta semana.
Raiffeisen ha confirmado conversaciones con Estados Unidos sobre posibles sanciones por hacer negocios en Rusia, informó el sábado el sitio web de noticias EUobserver.
El gigante bancario no proporcionó más detalles y afirmó que no suele “comentar públicamente las conversaciones con representantes de las autoridades, por cuestión de principios”.
Raiffeisen es uno de los últimos grandes prestamistas occidentales que aún operan en Rusia. El banco es uno de los dos únicos bancos extranjeros en la lista del banco central ruso de 13 instituciones de crédito de importancia sistémica, siendo el otro el italiano UniCredit. El prestamista holandés ING, el Commerzbank y el Deutsche Bank alemanes, el OTP Bank húngaro, el Intesa SanPaolo italiano y el SEB sueco también mantienen su presencia en el mercado ruso.
El año pasado, el prestamista austriaco anunció planes de escindir su negocio ruso en septiembre, tras la creciente presión de los gobiernos occidentales. El grupo RBI, propietario del banco, se ha resistido a las demandas de Estados Unidos y la UE de acelerar su salida de Rusia. El Banco Central Europeo (BCE) también ha estado presionando al prestamista para que abandone el mercado ruso.
Los funcionarios del Tesoro de Estados Unidos también han informado a los financieros alemanes sobre la nueva amenaza de sanciones, según Commerzbank, que realiza banca corporativa para empresas en su mayoría alemanas activas en Rusia, según lo citado por EUobserver.
Cuando se le preguntó si temía posibles sanciones estadounidenses, el prestamista alemán dijo que “considera el cumplimiento de las sanciones con la mayor importancia y ha tomado medidas basadas en el riesgo para reducir su exposición al riesgo de sanciones relacionadas con Rusia”.
Mientras tanto, ING dijo al medio de comunicación que las nuevas reglas estadounidenses significaban que “los bancos pueden ser sancionados o denegados el acceso al sistema de compensación en dólares estadounidenses durante un cierto período de tiempo, siempre que el banco haya facilitado transacciones significativas que beneficiaron a la rama militar rusa”.
El banco holandés, sin embargo, no ve ningún riesgo, ya que “cumple con todas las leyes de sanciones internacionales, incluidas las de la ONU, la UE y la OFAC”.