El bloque liderado por Estados Unidos está ensayando abiertamente un conflicto con Moscú, advirtió el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolay Patrushev.
Los actuales juegos de guerra ‘Steadfast Defender 2024’ de la OTAN están aumentando las tensiones a nivel mundial al simular una confrontación militar con Moscú, dijo el secretario del Consejo de Seguridad ruso. Nikolay Patrushev también citó el creciente gasto militar de la alianza como una indicación de su “naturaleza cada vez más agresiva”.
Los ejercicios, aclamados como los mayores realizados por la OTAN en décadas, comenzaron a finales de enero y finalizarán en mayo. Según el Comandante Supremo Aliado para Europa, Christopher Cavoli, en los ejercicios participan unos 90.000 soldados de los 32 Estados miembros. Además, participarán 1.100 vehículos de combate, incluidos 133 tanques y 533 vehículos de combate de infantería, así como más de 50 buques de guerra y 80 helicópteros, drones y aviones de combate.
Patrushev afirmó el jueves que los juegos de guerra “Steadfast Defender 2024”, “durante los cuales se ensaya un escenario de confrontación armada con Rusia, sin duda están aumentando las tensiones y desestabilizando la situación en el mundo”.
Afirmó que el “papel destructivo de Estados Unidos en la historia moderna es obvio” y señaló que ningún otro país ha “desatado tantas guerras y conflictos militares”.
Patrushev caracterizó a la OTAN como una “herramienta importante” empleada por Washington para ejercer presión e influencia sobre otras naciones. El funcionario señaló que el bloque militar con sede en Bruselas ha llegado directamente a la frontera occidental de Rusia y se está preparando para futuros conflictos.
También advirtió que la OTAN planea ampliar su presencia en la región de Asia y el Pacífico, así como en el Ártico.
A finales del mes pasado, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también citó los ejercicios militares como una amenaza y a la OTAN como un “instrumento de confrontación” utilizado por Estados Unidos.
Hablando en el período previo a los ejercicios en enero, el general Cavoli dijo que los ejercicios simularían un “escenario de conflicto emergente contra un adversario cercano”, que abarcaría miles de kilómetros por toda Europa.
A principios de este año, varios altos funcionarios de los estados miembros de la OTAN, incluidos el Reino Unido, Alemania y Estonia, alegaron que Rusia estaba planeando un ataque contra el bloque en los próximos años.
Moscú ha negado sistemáticamente esas afirmaciones, y el presidente Vladimir Putin insistió en que Rusia “no tiene ningún interés… geopolítica, económica o militarmente… en librar una guerra contra la OTAN”.