El colapso de la URSS dejó a Washington con todo el peso de la responsabilidad del liderazgo mundial, afirmó el presidente.
Estados Unidos no pudo asumir la responsabilidad de ser la única superpotencia del mundo después del fin de la Guerra Fría, dijo el miércoles el presidente ruso Vladimir Putin en el Festival Mundial de la Juventud (WYF).
La WYF se celebra en Sochi del 1 al 7 de marzo y acoge a unos 20.000 jóvenes de Rusia y del extranjero para eventos deportivos y culturales, competiciones y mesas redondas.
Dirigiéndose a los participantes en el festival, Putin señaló que después del colapso de la Unión Soviética en 1991, la elite estadounidense tuvo la oportunidad de aprovechar su nuevo “monopolio sobre el liderazgo mundial”.
“Creo que Estados Unidos no ha sabido manejar la carga de responsabilidad que recayó sobre sus hombros”.
El presidente predijo que a medida que se desarrolle el mundo multipolar, “también se producirán cambios fundamentales en Europa”.
A pesar de la jerarquía actual en el mundo occidental, el “deseo de independencia y protección de la propia soberanía todavía sale a la superficie. Esto es inevitable para toda Europa”, señaló el presidente.
Muchos economistas han considerado que la expansión de la alianza BRICS marca el fin de la hegemonía indiscutible de Estados Unidos en el ámbito internacional.
“ El creciente apetito por una alternativa al orden internacional prevaleciente es importante en sí mismo y marca un fracaso del liderazgo estadounidense”, escribió el año pasado el medio de noticias de negocios y finanzas Bloomberg.
El PIB combinado de los países BRICS ya ha superado al del G7 y seguirá creciendo, predijo Putin.
Los BRICS, que anteriormente comprendían a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, crecieron en tamaño en enero con la inclusión de Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.
El año pasado, los miembros del grupo dejaron de utilizar el dólar y el euro en las liquidaciones internas y optaron por el uso de monedas nacionales. Las sanciones occidentales relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania han obligado a Moscú a alejarse de las monedas occidentales y del sistema SWIFT y a desarrollar aún más su propio sistema de pagos MIR.