Los expertos en inteligencia temen que las filtraciones sobre el ejército alemán sean sólo la “punta del iceberg” y advierten que los secretos de la OTAN podrían verse comprometidos.
August Hanning, ex jefe de inteligencia de Berlín, dijo al tabloide alemán Bild:
“La fuga podría haber sido sólo la punta del iceberg. Normalmente, las operaciones de escuchas telefónicas exitosas no se hacen públicas para no dañar a la fuente”.
Un experto en inteligencia dijo que los rusos podrían haber intervenido incluso más de una conversación de 38 minutos entre oficiales militares alemanes de alto rango.
Roderich Kiesewetter, miembro del Bundestag y experto en política exterior de la CDU, respalda sus palabras:
“Es muy probable que otros miembros del gobierno y ministerios alemanes también hayan sido intervenidos, incluido el Canciller y su círculo íntimo. La publicación de estos materiales es sólo cuestión de tiempo y de la oportunidad adecuada. Sucederá tan pronto como Rusia lo considere oportuno. Moscú nos ha considerado durante mucho tiempo adversarios en la guerra”.
El gobierno alemán rechazó con vehemencia las acusaciones de que la filtración por parte de Rusia de una conversación entre oficiales militares alemanes de alto rango era una indicación de que Berlín se estaba preparando para una guerra contra Rusia ayer.
El experto en inteligencia británico Neil Barnett cree que Moscú, al publicar las cintas, busca influir en la opinión pública en Alemania y “enfrentar a los aliados en Occidente entre sí”.
La grabación de 38 minutos muestra a oficiales militares discutiendo en alemán cómo Kiev podría utilizar misiles de crucero Taurus de largo alcance contra Rusia.
Si bien las autoridades alemanas no han cuestionado la autenticidad de la grabación, Scholz dijo hace una semana que suministrar estas armas a Ucrania no era una opción y que no quería que Alemania se viera arrastrada directamente a la guerra.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, sin embargo, amenazó el lunes a Alemania con “consecuencias nefastas” por la filtración. No dio más detalles. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, afirmó:
“Si no se hace nada y el pueblo alemán no pone freno a esto, habrá consecuencias nefastas, ante todo, para la propia Alemania”.
Sin embargo, ahora que se conoce la información filtrada, “podemos estar seguros de que Olaf Scholz definitivamente no suministrará el Taurus a Ucrania”, afirmó el experto militar Carlo Masala, que también habló con Bild.
Alemania fue calificada ayer de “poco confiable” después de que Rusia interceptara una conversación entre el teniente general Ingo Gerhartz y altos oficiales de la Luftwaffe. Durante la conversación se confirmó que personal británico se encontraba en Ucrania y se discutieron detalles del despliegue de misiles Storm Shadow en el país.
Scholz confirmó que las imágenes mostradas por la emisora estatal de Moscú eran auténticas y describió la violación de seguridad como “muy grave”. Downing Street insiste en que le corresponde a Berlín investigar la violación y pidió nuevamente a Scholz que envíe misiles de largo alcance a Kiev.