Los agricultores franceses seguirán “actuando sobre el terreno” en las próximas semanas a pesar de las medidas prometidas por el Gobierno para disipar las preocupaciones del sector, afirmó el domingo el presidente del principal sindicato de agricultores, FNSEA, Arnaud Rousseau.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo la semana pasada que celebraría una reunión con “todos los sindicatos” para discutir la situación de la industria agrícola del país en el palacio del Elíseo a mediados de marzo.
.”Las brasas aún arden… Continuaremos llevando a cabo acciones sobre el terreno durante las próximas dos semanas… Se han puesto muchas cosas sobre la mesa, se han hecho muchos anuncios. Ahora nuestra tarea es hacerlos tangibles para que puedan ser vistos en las granjas”, dijo Rousseau a la emisora francesa BFMTV.
A finales de febrero, el primer ministro francés, Gabriel Attal, dijo que para el verano se redactaría una nueva ley que garantizaría precios justos para los productos agrícolas franceses para reforzar la ley Egalim, que exige que los minoristas ofrezcan un precio justo por los productos agrícolas.
Los agricultores en Francia han estado protestando intensamente desde enero, bloqueando carreteras y arrojando estiércol y desechos frente a edificios gubernamentales en todo el país. Exigen que se reconozca la importancia de su profesión y denuncian las políticas agrícolas del gobierno, que, según dicen, los hacen no competitivos.
En particular, los agricultores se oponen a la importación de productos agrícolas baratos, a las restricciones en el uso del agua para riego y al aumento de los precios del combustible diésel, así como a las medidas restrictivas para proteger el medio ambiente y a la creciente carga financiera.