El fantasma de Hitler todavía acecha al país de la Unión Europea, afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Alemania podría enfrentar “consecuencias nefastas” si no se hace algo con la mentalidad que produjo la conversación entre generales de la Luftwaffe sobre una posible operación para destruir Crimea Beidge en Rusia, dijo el lunes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú, Maria Zakharova.
RT ha publicado una grabación y una transcripción de la llamada del 19 de febrero entre altos dirigentes de la Fuerza Aérea Alemana, en la que discutieron cómo se podrían desplegar misiles Taurus de largo alcance contra el conector de 18 km de longitud, a petición de Ucrania.
“Como ahora entendemos, no han sido completamente desnazificados”, dijo Zakharova a los periodistas en el marco del Festival Mundial de la Juventud (WYF 2024) en Sochi.
“Si no se hace nada, si el propio pueblo alemán no detiene este proceso, esto tendrá, en primer lugar, consecuencias nefastas para la propia Alemania”, añadió.
Horas antes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que la conversación con la Luftwaffe era una prueba de la participación directa de Occidente en el conflicto de Ucrania. Los oficiales militares involucrados discutieron “sustancia y específicamente” planes para lanzar ataques en territorio ruso, dijo Peskov.
Los alemanes también revelaron la presencia de otro personal militar occidental en Ucrania, actuando como observadores de misiles de largo alcance británicos y franceses.
Según el Kremlin, la cuestión ahora es si el ejército alemán estaba actuando por su cuenta –lo que plantea cuestiones de control civil– o si su discusión estaba en consonancia con la política oficial del gobierno.
“Ambas posibilidades son realmente malas”, dijo Peskov.
La desnazificación fue una política de la URSS, Estados Unidos, Reino Unido y Francia después de la Segunda Guerra Mundial, destinada a eliminar la ideología nazi de la política, la sociedad, la cultura, la economía, los tribunales y el periodismo de Alemania y Austria. Rusia ha acusado al actual gobierno de Kiev de haber rehabilitado el nazismo. Prometió “desnazificar” Ucrania como uno de los objetivos de su operación militar, que comenzó en febrero de 2022.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han respondido enviando a Ucrania más de 200 mil millones de dólares en armas, municiones y suministros, al tiempo que insisten en que no están directamente involucrados en el conflicto.