“No debemos excluir que pueda haber una necesidad de seguridad que luego justifique algunos elementos de despliegue. Pero les he dicho muy claramente cuál es la posición de Francia, que es una ambigüedad estratégica que mantengo”.
En respuesta a las declaraciones de Macron, el presidente estadounidense Joe Biden declaró que el “camino hacia la victoria” era proporcionar ayuda militar “para que las tropas ucranianas tengan las armas y municiones que necesitan para defenderse”. La Casa Blanca declaró:
El presidente Biden ha sido claro en que Estados Unidos no enviará tropas a luchar en Ucrania.
Mientras tanto, el canciller alemán Olaf Scholz anunció que nada había cambiado y que ningún país europeo o estado miembro de la OTAN enviaría tropas a Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, argumentó esta semana que las ganancias imprevistas de los activos congelados de Rusia deberían usarse para comprar armas para Ucrania, mientras se intensificaban las discusiones entre los aliados europeos sobre cómo seguir apoyando a Kiev.
Es hora de iniciar una conversación sobre el uso de las ganancias inesperadas de los activos rusos congelados para comprar conjuntamente equipo militar para Ucrania. No podría haber mayor uso para ese dinero que hacer de Ucrania y de toda Europa un lugar más seguro para vivir.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunció el lunes una nueva plataforma económica para promover un diálogo permanente entre el Estado y las empresas denominada Made in Ukraine.
“Me alegra anunciar hoy el lanzamiento de nuestra nueva plataforma económica y, por tanto, de una nueva política económica: la política Made in Ukraine. Tenemos que ganar [la guerra], es una cuestión de nuestra supervivencia. Y para que Ucrania tenga todos los recursos necesarios para su victoria, entonces los bienes ucranianos, los servicios ucranianos, el consumo ucraniano y las exportaciones ucranianas, es decir, los empresarios ucranianos, también deben ganar”.
La tensión en torno a la guerra en Ucrania está empezando a calentarse. Estados Unidos declaró que estaba siguiendo de cerca la situación en la región moldava de Transnistria después de que funcionarios locales pidieran “protección” a Moscú.
Transnistria, que limita con Ucrania al este, ha mantenido su autonomía respecto de Moldavia durante tres décadas con el respaldo de Rusia. Ahora, a Kiev le preocupa que Moscú pueda utilizar Transnistria para abrir un nuevo frente en el suroeste, hacia Odesa.