Una ofensiva terrestre en Rafah corre el riesgo de hacer añicos el tratado de paz de Israel con Egipto, dice Ehud Olmert.
El ex Primer Ministro israelí Ehud Olmert advirtió al ejército que no lance un ataque terrestre en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Olmert dijo a Bloomberg en una entrevista el miércoles que una ofensiva terrestre en Rafah sería un “riesgo que no podemos permitirnos correr”.
“La paciencia de la comunidad internacional ha llegado a un punto en el que no creo que puedan absorberla”, añadió.
El ejército israelí planea lanzar un ataque terrestre en Rafah, hogar de más de 1,4 millones de palestinos que buscan refugio de la guerra, para derrotar a lo que Tel Aviv llama los “batallones de Hamas” restantes.
Los palestinos han buscado refugio en Rafah mientras Israel atacaba el resto del enclave desde el 7 de octubre. El bombardeo israelí posterior mató a casi 30.000 víctimas, hirió a más de 70.000 más y causó destrucción masiva y escasez de artículos de primera necesidad en la sitiada Gaza.
Olmert, que encabezó el gobierno entre 2006 y 2009, dijo que cualquier ataque terrestre contra Rafah “podría hacer añicos el acuerdo de paz entre Israel y Egipto”.
Egipto firmó los Acuerdos de Camp David con Israel en 1979, según los cuales Tel Aviv se retiró de la península del Sinaí.
A El Cairo le preocupa que cualquier ataque israelí contra Rafah envíe a miles de palestinos a buscar refugio en la península del Sinaí.
Olmert instó al Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu a detener la guerra en Gaza y centrarse en un plan que permitiría al ejército abandonar el territorio palestino y permitir que las fuerzas internacionales entraran como fuerzas de paz.
La guerra israelí en Gaza ha empujado al 85% de la población del territorio al desplazamiento interno en medio de una grave escasez de alimentos, agua potable y medicinas, mientras que el 60% de la infraestructura del enclave ha resultado dañada o destruida, según la ONU.
Israel está acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia. Un fallo provisional de enero ordenó a Tel Aviv detener los actos genocidas y tomar medidas para garantizar que se proporcione asistencia humanitaria a los civiles en Gaza.