La Unión Europea (UE) impone hoy el paquete decimotercero de medidas punitivas unilaterales contra Rusia, con marcado carácter extraterritorial, en medio de sus esfuerzos para rearmar a Ucrania, en una guerra indirecta contra Moscú.
El propio hecho de aplicar sanciones contra el gigante euroasiático, vistas en la UE como si fuera resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, habla mucho de la insistencia en mostrar mano dura, mientras debilitan cada vez más su propia economía.
De hecho, la creencia que tanto difundió Bruselas entre los ciudadanos de sus 27 países miembros de una rápida derrota de Rusia, tanto económica como militar, se convirtió en letra muerta al cumplirse esta jornada dos años de confrontación en Ucrania.
Lejos de quedar destrozada por más 14 mil medidas restrictivas, aprobadas casi todas, después de iniciarse las hostilidades, la economía rusa mostró un crecimiento cercano al tres por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) al finalizar 2023.
Además, su complejo militar industrial, el principal objetivo del nuevo paquete de sanciones, fortaleció su posición para mantener a Rusia como segunda exportadora mundial de armamentos.
La producción de tanques, vehículos blindados y aviones de combate en varios de esos casos se quintuplicó, mientras las Armada modernizó a casi todos sus buques de combate y el brazo de contención nuclear lo hizo en más de un 90 por ciento, afirmó el presidente Vladimir Putin.
Uno de los principales blancos de las nuevas medidas restrictivas es la producción de drones y los países que, en opinión de la UE, colaboran con Rusia en ese sentido, aún cuando ese Estado aclaró que fabrica suficiente número de esos aparatos por sí mismo.
Mientras, naciones de la UE como Alemania registraron un retroceso del PIB de un tres por ciento en 2023 y en este año pueden bajar a cuatro puntos, en tanto la reducción de la inflación en varias capitales europeas aún continúa como una asignatura pendiente.
LOS CASTIGOS
La UE agregó a una lista de casi dos mil personalidades y empresas sancionadas a otros 194 objetivos, de ellos 106 individuos y 88 entidades, de las cuales 140 son compañías y personalidades rusas.
Aunque el Kremlin desmintió esa posibilidad en varias ocasiones, la UE prevé castigos para 10 empresas rusas que supuestamente trasladan armamentos desde la República Popular Democrática de Corea.
Por otro lado, se refieren a directores de compañías rusas de logística que, en opinión de la UE, violan sus sanciones para llevar productos al gigante euroasiático.
Al reafirmar su carácter extraterritorial, impone castigos a compañías de tecnología de doble uso de varios países como China, la India, Túrkiye, Tailandia, Kazajstán, Serbia y Sri Lanka que, afirman, colaboran con Moscú para evadir medidas unilaterales.
Además, el acuerdo del bloque comunitaria señala que el Reino Unido, uno de los países europeos con más envíos de armas a Ucrania, se suma a la limitación de la importación de hierro y otros metales desde Rusia.
Medios de prensa como la publicación digital Vzgliad, destacaron en su momento el reconocimiento tácito por Occidente de la ineficiencia de sus paquetes de castigo contra Rusia, cuando, en medio de la guerra económica lanzada contra ella, crece y desarrolla su poderío bélico.
Tampoco aparecen señales en el campo de batalla que hablen de la eficiencia de la práctica occidental de rearmar a Ucrania, a donde enviaron más de 148 mil millones de dólares en armamentos en dos años, sin ningún resultado palpable en el teatro de operaciones.
Hace exactamente dos años, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación para proteger a la población de la región sublevada del Donbás, así como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, lo que llevó Occidente a buscar la paralización económica de Rusia.
Como recién declaró a Prensa Latina el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov: Estados Unidos parece quedar superado por la UE en la campaña de rusofobia.
La historia pondrá todo en su lugar y los ciudadanos de la UE comprenderán a quiénes llevaron al poder.