El príncipe Guillermo de Reino Unido ha roto el habitual silencio de la Casa Real británica sobre cuestiones de índole política para pedir el fin “cuanto antes” del conflicto en la Franja de Gaza, señalando que “demasiadas personas han muerto” desde el pasado 7 de octubre.
“Estoy profundamente preocupado por el terrible coste humano del conflicto en Oriente Próximo”, ha expuesto el hijo mayor del rey Carlos III, que ha dicho compartir el sentimiento de “muchas” otras personas que esperan el cese de la violencia y han evitado criticar a Israel.
Cree que hay una “necesidad desesperada” de que aumente la ayuda humanitaria a Gaza, al tiempo que ha reclamado la liberación de los rehenes que aún siguen en manos de milicianos palestinos, horas antes de un acto en el que escuchará de primera mano testimonios sobre la asistencia a la Franja.
La Casa Real británica es especialmente cuidadosa en cuanto a las potenciales lecturas políticas de sus declaraciones públicas, lo que hace que sus miembros habitualmente no se pronuncien sobre cuestiones de actualidad. El actual rey sí que hizo especial campaña en la lucha contra el cambio climático.
El príncipe Guillermo, primero en la línea de sucesión, ha asumido más protagonismo después de que su padre fuese diagnosticado de cáncer. Carlos III ha anulado su agenda pública y se limita a trabajo de despacho, sin que por ahora exista una fecha prevista para su vuelta plena la actividad.