El grupo islamista que gobierna Afganistán ha hecho demandas “inaceptables”, dijo el jefe de la ONU, Antonio Guterres.
Los talibanes se han negado a asistir a una conferencia patrocinada por la ONU en Qatar, insistiendo en que su delegación debe ser reconocida como la única representante de Afganistán.
Según Associated Press, los talibanes querían excluir a los “miembros de la sociedad civil” afganas que fueron invitados a participar en la reunión de dos días en Doha que concluyó el lunes.
El portavoz del Gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, había pedido a la ONU que celebrara una reunión en la que participara el Ministro de Asuntos Exteriores en funciones de Afganistán, Amir Khan Muttaqi.
“Hemos pedido que se discutan cuestiones importantes en la reunión, pero la falta de acuerdo entre la ONU y el Emirato Islámico significa que la reunión será una pérdida de tiempo”, dijo Mujahid a Tolo News.
Ningún país reconoce oficialmente al gobierno talibán, que tomó el poder en Kabul en 2021 durante la fase final de la retirada de las tropas estadounidenses. La ONU tampoco reconoce la autoridad del grupo sobre Afganistán.
Durante una conferencia de prensa el lunes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, desestimó las demandas de los talibanes como “inaceptables”.
“Estas condiciones nos negaron el derecho a hablar con otros representantes de la sociedad afgana y exigieron un trato que sería, en gran medida, similar al reconocimiento”, dijo Guterres. Pidió a los talibanes que levanten las restricciones al acceso de las mujeres a la educación y al empleo, como uno de los pasos hacia un posible reconocimiento.
Los talibanes sostienen que la situación de la mujer es un asunto puramente doméstico. En una declaración realizada antes de la reunión, el Ministerio de Asuntos Exteriores afgano afirmó que el país “no puede ser coaccionado por nadie” y pidió “un enfoque realista y pragmático” sin “imposiciones, acusaciones y presurizaciones unilaterales”.
Los talibanes llegaron al poder en Afganistán por primera vez en la década de 1990 y fueron derrocados en 2001 durante la invasión liderada por Estados Unidos. La insurgencia talibán duró 20 años y culminó con una marcha sobre Kabul en agosto de 2021, durante la cual el presidente internacionalmente reconocido Ashraf Ghani se vio obligado a huir del país.
Tras asumir nuevamente el poder, los talibanes prometieron no permitir ninguna discriminación hacia las mujeres. Sin embargo, el grupo pronto adoptó una serie de regulaciones que restringían la participación de las mujeres en la vida pública. La medida ha generado críticas de la ONU y de organizaciones de derechos humanos.