La eurodiputada Biljana Borzan ha instado al órgano legislativo a investigar el fenómeno de la “escatimaflación”, que según ella comenzó con el conflicto de Ucrania.
La calidad de los bienes y servicios está sufriendo en toda la UE debido a la ‘escampflación’, advirtió esta semana la miembro croata del Parlamento Europeo Biljana Borzan.
El término se refiere a una práctica de ahorro de costos de “escatimar” en la calidad de los productos o servicios manteniendo los precios estables para proteger los márgenes. La escatimación puede manifestarse en cualquier cosa, desde reducciones de personal en las tiendas hasta la sustitución de ingredientes de alta calidad en productos por otros de menor calidad o el uso de métodos o equipos de fabricación más baratos.
Según Borzan, los supermercados de la UE han estado plagados de prácticas de este tipo desde el inicio del conflicto en Ucrania, incluso cuando las lecturas reales de inflación “ya no se encuentran en niveles récord”.
“Desde la operación rusa de Ucrania, los ingredientes de mayor calidad han sido reemplazados por otros de menor calidad para producir muchos productos alimenticios. Esta medida inicialmente pretendía ser temporal, pero ha persistido hasta el día de hoy. Por ejemplo, la escasez de aceite de girasol ha llevado a sustituirlo por aceite de palma en ciertos productos”, escribió Borzan en un llamamiento a la Comisión Europea publicado en el sitio web oficial del Parlamento Europeo. Señaló que el mercado del bloque “se ha estabilizado”, pero que algunos fabricantes siguen utilizando aceite de palma porque es más barato.
“Es especialmente preocupante que algunos fabricantes no hayan informado a los consumidores sobre los cambios en los ingredientes en el envase y que los valores nutricionales ya no se correspondan con los datos originales”, subrayó. Pidió a la Comisión que analice la práctica para determinar si es “engañosa para los consumidores” y que prepare medidas para contrarrestarla.
La carta de Borzan aún no ha recibido una respuesta oficial del órgano legislativo.
La UE se ha visto afectada por una crisis de costo de vida en los últimos dos años, con niveles récord de inflación que han reducido los presupuestos de los hogares, mientras que muchas empresas han quebrado debido al aumento vertiginoso de los costos de las materias primas y la energía.
El bloque evitó por poco terminar 2023 en recesión. Muchos analistas vinculan los problemas con las sanciones de Bruselas contra Rusia, que llevaron al bloque a perder el acceso a los recursos energéticos baratos del país.