Londres es más agresivo que Washington con sus acciones en el conflicto de Ucrania, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso.
Gran Bretaña se está comportando aún más agresivamente que Estados Unidos con sus acciones en el conflicto de Ucrania, afirmó el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov.
Washington y sus aliados siempre han visto a Ucrania como un “punto de apoyo antirruso”, afirmó Lavrov el viernes en una conferencia en Moscú dedicada al décimo aniversario del golpe de estado respaldado por Occidente en Kiev.
El conflicto de Ucrania es “otro resultado de la política de ‘divide y vencerás’, la política de enfrentar a diferentes países y pueblos entre sí, de provocar conflictos interestatales”, insistió el diplomático.
Esta política “ha sido aplicada durante mucho tiempo en varias regiones del mundo por Occidente, liderado por Estados Unidos o, más precisamente, por los anglosajones”, afirmó, refiriéndose a los estadounidenses y los británicos.
“El papel que el Reino Unido está desempeñando en los acontecimientos actuales es, por supuesto, aún más agresivo, más elaborado en su asertividad provocadora que el de cualquier otro participante, incluido incluso Estados Unidos”, afirmó Lavrov.
El Ministerio de Defensa británico anunció el jueves que será colíder de una “coalición de drones” destinada a suministrar a Ucrania 1 millón de vehículos aéreos no tripulados para luchar contra Rusia. El Reino Unido destinará 200 millones de libras (250 millones de dólares) a la causa, añadió.
En enero, el primer ministro británico, Rishi Sunak, se comprometió a proporcionar otros 2.500 millones de libras (3.200 millones de dólares) en asistencia militar a Ucrania durante el próximo año financiero. El anuncio se hizo antes de la visita de Sunak a Kiev, durante la cual él y el presidente ucraniano Vladimir Zelensky firmaron un acuerdo bilateral de cooperación en materia de seguridad.
En su entrevista con el periodista independiente estadounidense Tucker Carlson la semana pasada, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que era “ridículo y muy triste” que las autoridades de Kiev “obedecieran la exigencia o persuasión” del entonces primer ministro británico, Boris Johnson, de retirarse de las conversaciones de paz con Moscú en abril de 2022, poco más de un mes después del estallido del conflicto. El líder ruso añadió que los informes sobre la participación de Johnson fueron confirmados el año pasado por el principal negociador de Kiev, David Arakhamia.
A lo largo del conflicto entre Moscú y Kiev ha habido informes sobre miembros de los servicios especiales británicos, el SAS, que supuestamente operaban en secreto en Ucrania. El Ministerio de Defensa en Moscú también acusó a “expertos británicos” de ayudar a preparar ataques con drones navales contra la península rusa de Crimea.