La cocaína y el crack siguen fluyendo. Los tiroteos entre bandas rivales se desatan cerca del corazón de Bruselas . La policía confisca drogas y arresta a traficantes casi a diario. Pero los traficantes siguen regresando y la población está harta.
Mientras se incautan cantidades récord de cocaína en Europa , los delitos violentos relacionados con las drogas se hacen cada vez más visibles en la capital de la Unión Europea.
“Nos enfrentamos a organizaciones tipo mafia”, dijo Jean Spinette, alcalde del distrito de Saint-Gilles, donde un hombre fue asesinado la madrugada del miércoles en la culminación de varios días de enfrentamientos entre traficantes de drogas.
Uno de los tiroteos en Saint-Gilles tuvo lugar el martes, día de celebraciones antes de la Cuaresma, cuando muchas escuelas están cerradas para permitir que los niños salgan a la calle.
“Deberíamos seguir invirtiendo en seguridad”, dijo el jueves a la prensa la ministra del Interior, Annelies Verlinden. “Los acontecimientos de los últimos días demuestran que no se trata de un lujo innecesario”.
Dado que Amberes es la principal puerta de entrada de los cárteles latinoamericanos de cocaína al continente, la violencia de las pandillas ha sido común en la ciudad portuaria belga durante años. Con el aumento del consumo de drogas en todo el país, las autoridades federales dicen que el tráfico está penetrando rápidamente en la sociedad.
Casi todos los días, la fiscalía de Bruselas anuncia nuevas detenciones y grandes incautaciones de drogas y dinero en efectivo.
“Está claro que se trata de asuntos serios que se toman muy en serio”, afirmó la oficina.
La creciente difusión del crack y el tráfico abierto y el consumo de drogas en algunos barrios centrales durante el año pasado han exacerbado una situación que ya era mala hasta el punto de que los pequeños robos, las peleas y el acoso a los turistas se han convertido en titulares diarios en esta nación de 11,5 millones de habitantes.
En 2023, siete personas murieron y 131 resultaron heridas en Bruselas en actos de violencia relacionados con las drogas, según cifras de la policía citadas por el periódico Le Soir. El año pasado, la policía federal dedicó casi el 25% de su capacidad de investigación a casos relacionados con drogas en todo el país, según nuevos datos publicados el jueves.
Spinette afirmó que se necesitan medidas urgentes para combatir las organizaciones criminales con vínculos transfronterizos. En Bruselas, la influencia de los mafiosos de Albania y de la ciudad francesa de Marsella es especialmente fuerte.
El año pasado, un presunto narcotraficante de Marsella fue detenido en Bruselas. El hombre era objeto de dos órdenes de detención europeas, una de las cuales iba seguida de una pena de prisión de 12 años.
“No estamos hablando de un pequeño acuerdo vecinal, un pequeño negocio paralelo”, dijo Spinette, en declaraciones a la cadena de medios RTBF. Dijo que el problema debería abordarse desde el principio mediante el desmantelamiento de las redes e instó a las autoridades a procesar a los delincuentes más rápidamente para evitar una “sensación de impunidad”.
A pesar de la gentrificación a lo largo de algunas calles elegantes llenas de tiendas, bares y restaurantes, grandes zonas de Saint-Gilles siguen siendo pobres. Su ubicación central también lo convierte en un lugar conveniente para los traficantes, y los residentes y funcionarios a menudo lo describen como un “autocine de drogas”.
El alcalde dijo que los traficantes regresan apenas unas horas después de un tiroteo, lo que enfureció a los residentes.
“Tienen la impresión de que no se hace nada”, afirma Spinette. “Los comerciantes retroceden en un minuto. Hay una sensación de impunidad total. Una sensación de que están a salvo de todo, de que se están burlando de la policía”.