Los funcionarios estadounidenses afirman que el avión Boeing 747 pertenecía anteriormente a una aerolínea iraní sancionada.
Las autoridades estadounidenses han tomado la custodia de un avión de carga venezolano, alegando que anteriormente pertenecía a una aerolínea iraní supuestamente afiliada a la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Caracas criticó la medida, alegando que la transferencia de sus aviones a Estados Unidos se realizó en secreto.
Según un comunicado publicado el lunes en el sitio web del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), el jumbo de fabricación estadounidense fue trasladado a Estados Unidos el 11 de febrero por el gobierno de Argentina, que había detenido el avión en 2022.
Los funcionarios estadounidenses afirman que el avión era anteriormente propiedad de Mahan Air, una aerolínea iraní sancionada a la que Estados Unidos acusa de transportar armas y combatientes para el IRGC, la rama principal de las Fuerzas Armadas iraníes. El grupo ha sido designado como organización terrorista por Washington.
El avión incautado había sido vendido anteriormente por Mahan Air a la aerolínea de carga venezolana Emtrasur en una transacción que “violó las leyes de control de exportaciones de Estados Unidos y benefició directamente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica”, explicó el Fiscal General Adjunto del Departamento de Justicia, Matthew G. Olsen. Añadió que Estados Unidos estaba “comprometido a garantizar que toda la fuerza de las leyes estadounidenses niegue a los actores estatales hostiles los medios para participar en actividades malignas que amenacen nuestra seguridad nacional”.
El avión ahora está siendo “preparado para su eliminación”, dijo el Departamento de Justicia sin proporcionar más detalles.
El gobierno de Venezuela ha calificado la incautación del avión como un “robo descarado” y un acto de “colusión” entre Estados Unidos y Argentina que violó las normas de aeronáutica civil así como los “derechos comerciales, civiles y políticos” de Emtrasur.
En una declaración publicada en X por el Ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Yvan Hill, Caracas también denunció el carácter encubierto de la transferencia, alegando que Estados Unidos y Argentina habían ocultado información al identificar el vuelo y apagaron los transpondedores del 747 varias veces en ruta a Estados Unidos el Domingo.
Para burlar la soberanía de los países que sobrevolaron, omitieron datos del avión en el plan de vuelo, le dieron la connotación de un vuelo de estado militar (TYSON23), apagaron intermitentemente el transpondedor y despegaron de Argentina a medianoche. esconderse en la oscuridad como delincuentes cuando perpetran un delito”, escribió en las redes sociales el ministro de Transporte venezolano, Ramón Araguayan.
Caracas prometió una “respuesta contundente, directa y proporcionada a este ataque” y dijo que tomaría “todas las acciones para restablecer la justicia y lograr la restitución de la aeronave a su legítimo propietario”.