La protesta de agricultores italianos, que desde hace una semana avanza por varias regiones del país, llegó hoy a Roma, donde ya se concentran 400 tractores en la vía Nomentana, cifra que podría llegar a dos mil el jueves.
De acuerdo con un comunicado de los organizadores de esta movilización, publicado este lunes en el sitio digital del diario Il Sole 24 Ore, los vehículos comenzaron a arribar procedentes de la zona de Valdichiana, en la región Toscana, para unirse a las demostraciones en reclamo de un amplio grupo de demandas económicas.
El fin de semana los manifestantes continuaron los bloqueos temporales en carreteras del país, con sus vehículos agrícolas, iniciados desde hace siete días, y en particular resultó significativo el efectuado en un punto de la autopista A1, en el municipio de Foiano della Chiana, en la provincia toscana de Arezzo.
Los 250 tractores que participaron en esa acción, fueron los primeros en enfilar su rumbo hacia la capital italiana, para lo cual eligieron la ruta de Cassia, precisa la nota.
Andrea Papa, uno de los líderes de Rescate Agrícola, una de las agrupaciones al frente de la movilización, indicó en declaraciones a medios informativos que en la tarde del 8 de febrero se esperan otros mil 500 tractores procedentes de las regiones de Toscana, Lacio, Umbría, Molise y también del norte del país.
Los integrantes de esa organización, junto a miembros del denominado Comité de Agricultores Traicionados, tienen previsto realizar una gigantesca manifestación el próximo viernes, que incluirá una procesión que recorrerá toda la ciudad, precisó Papa.
Enzo Sacconi, portavoz del mencionado Comité, señaló recientemente que entre las causas de las protestas se encuentran los “impuestos agrícolas excesivos que reducen los márgenes para quienes invertimos en nuestro trabajo”.
“Ya no son simples protestas en orden aleatorio, repartidas por todo el territorio y organizadas de boca en boca, ahora estamos avanzando a una movilización general que apunte directamente a las instituciones”, aseveró.
La cadena de suministro agroalimentario italiana emplea a unos cuatro millones de personas, con una facturación agregada que superó los 600 mil millones de euros en 2023, y quienes cultivan campos y crían ganado creen que su trabajo no es tratado con dignidad, refieren observadores.
El Comité de Agricultores Traicionados y la Coordinación de Redención Agrícola publicaron un manifiesto de diez puntos donde piden, “que se pague el valor justo de nuestros productos” pues “los ingresos están muy por debajo de los costos y esto, lamentablemente, persiste desde hace décadas”.
Exigen, entre otros puntos, revisar el Pacto Verde Europeo de la comunidad regional; cesar la obligación de dejar 4,0 por ciento de tierra sin cultivar, prohibir alimentos sintéticos, mayor desgravación fiscal, mantener beneficios al combustible agrícola y eliminar el impuesto a algunos productos alimenticios primarios, agrega la fuente