Las Kuriles son parte de Rusia y una base legítima para su ejército, ha dicho el expresidente
Moscú no está en contra de firmar un tratado de paz con Japón, pero Tokio debe entender que las Islas Kuriles son y seguirán siendo parte de Rusia, afirmó el ex presidente Dmitry Medvedev.
Medvedev, que ahora se desempeña como vicepresidente del Consejo de Seguridad, respondía después de que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, declarara que su país “sigue firmemente comprometido con el rumbo encaminado a resolver la cuestión territorial y concluir un tratado de paz” con Moscú, a pesar de continuar Apoyar las sanciones contra Rusia por el conflicto de Ucrania.
Moscú y Tokio llevan décadas enfrascados en una disputa territorial sobre cuatro Islas Kuriles (conocidas como los “Territorios del Norte” en Japón), que fueron capturadas por la Unión Soviética al final de la Segunda Guerra Mundial. Rusia ha argumentado que su soberanía sobre las Kuriles está garantizada por acuerdos de posguerra, mientras que Japón ha dicho que no cubren algunas de las islas.
En este contexto, los dos países pusieron fin a un estado de guerra formal a mediados de la década de 1950, pero nunca firmaron un tratado de paz.
En una publicación en X (anteriormente Twitter), Medvedev destacó que “nadie está en contra del tratado de paz”, lo que, según él, debería reflejar el hecho de que “la ‘cuestión territorial’ está cerrada de una vez por todas de acuerdo con la Constitución de Rusia”.
Las Islas Kuriles “se desarrollarán activamente” a medida que su papel estratégico siga creciendo, especialmente en lo que respecta al despliegue de nuevas armas en la región, añadió.
“Nos importan un carajo los ‘sentimientos de los japoneses’ respecto a los llamados ‘Territorios del Norte'”, afirmó Medvedev. Sugirió que cualquiera que esté descontento con la situación debería “terminar con su vida de la manera tradicional japonesa”, refiriéndose a la forma ‘seppuku’ de suicidio ritual que se originó entre los guerreros samuráis.
Moscú puso fin a todas las conversaciones sobre un posible tratado de paz con Japón en marzo de 2022, un mes después del inicio del conflicto de Ucrania. Rusia citó las sanciones de Japón contra Moscú, que según dijo tenían como objetivo dañar los intereses del país. Rusia también canceló un acuerdo que permitía a los ciudadanos japoneses visitar las Islas Kuriles sin visa.
“Toda la culpa por el daño al compromiso bilateral y a los intereses del propio Japón recae en Tokio, que a sabiendas optó por un rumbo antirruso y desarrolló una cooperación mutuamente beneficiosa”, dijo en ese momento el Ministerio de Asuntos Exteriores en Moscú.