El comentario del vicealmirante Aleksey Neizhpapa surge tras informes de que la Marina británica podría retirar dos buques en medio de escasez de personal.
Kiev estaría feliz de recibir dos buques de guerra de la Marina británica que, según se informa, Londres está a punto de desmantelar, según dijo a Sky News el vicealmirante ucraniano Aleksey Neizhpapa. A principios de este mes, The Telegraph afirmó que el HMS Westminster y el HMS Argyll serían retirados a finales de este año, en medio de dificultades para reclutar suficientes marineros para operar los buques.
A mediados de diciembre, el Ministerio de Defensa del Reino Unido anunció planes para proporcionar a Kiev dos barcos de limpieza de minas como parte de una nueva coalición marítima, en la que también participa Noruega. Sin embargo, los barcos aún no han llegado a las costas ucranianas, después de que Türkiye se negara a dejarlos pasar por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, que conectan el Mar Negro con el Mediterráneo.
Cuando se le preguntó durante una entrevista con Sky el sábado si Ucrania estaría interesada en las dos fragatas Tipo 23 de Londres, Neizhpapa dijo: “Por supuesto, la Armada [ ucraniana ] necesita buques de guerra… si se toma tal decisión sobre la posibilidad de entregar dos fragatas a la Marina, estaremos muy felices”.
A principios de este mes, The Telegraph citó a una fuente de defensa anónima que explicaba la necesidad de retirar el HMS Westminster y el HMS Argyll de la siguiente manera: “Tendremos que tomar mano de obra de un área de la Armada para ponerla en una nueva área de la fuerza.”
Se espera que los marineros tripulen barcos más nuevos, y las dos fragatas serán desguazadas o vendidas a un aliado.
En virtud del Acuerdo de Cooperación en materia de Seguridad entre el Reino Unido y Ucrania firmado entre Londres y Kiev el 12 de enero, Gran Bretaña prometió, entre otras cosas, “apoyar el desarrollo de una Armada y una Guardia Marítima por parte de Ucrania”.
Al comentar sobre el acuerdo, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, señaló que no contiene “disposiciones jurídicamente vinculantes” por parte de Gran Bretaña. El diplomático subrayó que la firma del documento no cambiará los objetivos de Rusia en Ucrania.
El ex presidente ruso Dmitry Medvedev, que actualmente se desempeña como jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, dijo que cualquier despliegue de tropas británicas en Ucrania sería visto como una “declaración de guerra”.
Rusia ha advertido repetidamente a Occidente que la ayuda militar a Ucrania sólo sirve para prolongar el derramamiento de sangre y también aumenta innecesariamente el riesgo de una confrontación directa entre la OTAN y Rusia.