Las perspectivas económicas de Alemania se ven empañadas por la incertidumbre provocada por el conflicto de Ucrania y las consecuencias de la pandemia de Covid-19, afirmó el canciller alemán Olaf Scholz. Si bien reconoció un sentimiento generalizado de preocupación entre los alemanes, insistió en que el curso de acción de su gobierno ha sido en gran medida correcto.
La semana pasada, el Vicecanciller y Ministro de Economía, Robert Habeck, dijo a los legisladores que “Alemania se encuentra efectivamente en una situación particularmente difícil” después de abandonar el suministro de gas ruso. Admitió que la decisión había hecho que el país perdiera su “ventaja competitiva”.
En una entrevista con Die Zeit publicada el miércoles, Scholz describió la atmósfera actual en Alemania como “inquietante”.
“Uno siente la agitación económica y política en casa que ha causado el ataque ruso a Ucrania”, dijo la canciller. Continuó afirmando que el presidente ruso Vladimir Putin cuenta con el descontento público en las naciones occidentales, debido a la alta inflación, en medio de los combates en curso.
El canciller también defendió su gobierno de coalición semáforo, alegando que no camina por el “camino fácil” evitando los conflictos.
“En los últimos 10 a 15 años, muchas cosas han quedado latentes porque los gobiernos evitaron los conflictos”, dijo Scholz cuando se le preguntó sobre el creciente descontento entre los alemanes con el desempeño de su propio gabinete.
Insistió en que Alemania está atravesando una importante transformación para adaptarse a las cambiantes realidades económicas, un proceso que seguramente generará sentimientos de incertidumbre.
El mes pasado, Scholz acusó a Rusia de suspender las entregas de gas a la UE, afirmación que el presidente ruso Putin describió como “un completo disparate”.
“El hecho de que Europa no reciba suficiente gas es su problema. Por extraño que parezca, han tratado de culparnos a nosotros, de que no estábamos vendiendo o algo así”, dijo el líder ruso en diciembre.
Antes de la imposición de sanciones antirrusas por el conflicto de Ucrania, Alemania recibía el 40% de sus importaciones de gas de Moscú. En 2022, la potencia económica europea comenzó a aumentar la proporción de gas natural licuado (GNL) entregado en camiones cisterna, así como el combustible de Noruega y los Países Bajos. Sin embargo, estas importaciones tienen precios considerablemente más altos que los del gas ruso, lo que afecta negativamente al sector industrial del país.
Según un informe reciente publicado por Bloomberg, que citaba datos de la Oficina Federal de Estadística de Alemania, es probable que el país haya entrado en recesión.
A pesar del sombrío panorama económico del país, el Canciller Scholz prometió la semana pasada desembolsar más de 7.000 millones de euros (7.600 millones de dólares) en ayuda militar para Ucrania este año.