África vive hoy una peligrosa espiral de impagos de la deuda que pone en riesgo de default a varios estados de la región, con dificultades para inversiones en infraestructura, salud y educación, comenta la prensa capitalina.
Varias naciones toman nuevos préstamos para devolver deudas existentes, lo cual crea una espiral de impagos que frena las inversiones en las referidas esferas, en medio de una fuerte crisis económica regional, señala el diario Monitor.
La publicación ugandesa indica que varios dirigentes africanos advirtieron sobre esa crisis al asistir al recién concluido Foro de Davos, en Suiza.
El origen se remonta a las consecuencias de la crisis financiera internacional de 2007-2009, cuando los bancos centrales en los países industrializados mantuvieron bajas sus tasas de interés.
De esa forma, muchos de los estados del Sur Global, que recibían prestamos por esquemas bilaterales u organismos internacionales, tuvieron acceso sin precedentes a los mercados financieros, destaca el rotativo.
Muchos, en el afán por contar con gran volumen de dinero a esos bajos intereses, tomaron préstamos en mercados financieros, algunos de ellos organizados de forma irregular, afirmó el economista kenyano Attiya Waris, experto independiente de la ONU.
El dinero ayudó a dar un impulso a la economía de países africanos, aunque varios de ellos dependían de la exportación de materia prima como petróleo, minerales y bienes, cuyos precios se desplomaron en la crisis de 2015, todo lo cual se agravó con la pandemia de Covid-19, apuntó.
La reducción de los precios de las materias primas redujo la fortaleza de las monedas nacionales y dificultó el cumplimiento con el pago del servicio de la deuda.
Muchos de esos países solicitaron más préstamos para pagar deudas, con lo cual se creó una espiral de impagos que impidió inversiones necesarias en salud, educación e infraestructura, recuerda la publicación.
El pasado año, el Banco Mundial consideró que 22 estados africanos presentaban grandes riesgos de impagos, incluida Ghana y Zambia que ya incumplen sus compromisos con la deuda externa.
Para 2022, la deuda pública de África rondaba los 1,8 billones de dólares, un 183 por ciento más que en 2010, con un incremento cuatro veces más rápido que el crecimiento económico del continente.