La Autoridad Meteorológica de Islandia (Met) ha asegurado que es “probable” que la última erupción volcánica en el suroeste del país termine en “unos pocos días”.
“La actividad sísmica sobre el túnel de magma sigue disminuyendo y los movimientos del suelo probablemente se han ralentizado considerablemente”, ha afirmado la autoridad.
“La información indica que el magma ya no fluía hacia el túnel y que la erupción había terminado”, han explicado y en consecuencia, se han reducido los niveles de peligro en una evaluación de riesgos para la zona.
Sin embargo, en la cercana ciudad costera de Grindavík todavía existe un alto riesgo de que el suelo se derrumbe en grietas dentro de la ciudad, han advertido los expertos.
La nueva erupción en una zona volcánica de la península de Reykjanes, al suroeste de la capital, Reykjavik, comenzó el pasado domingo y durante la erupción, la lava cubrió tres casas en la periferia norte de Grindavík, siendo la primera vez desde 1973 en la que se han destruido edificios por esta causa en el país.
En los últimos días la situación en el lugar se ha calmado considerablemente, ya que ya no brota más lava candente de las grietas de la tierra.