Paul Mackenzie es acusado de ordenar a cientos de sus seguidores morir de hambre
Un líder de una secta ha sido acusado de delitos de terrorismo y del asesinato de 191 niños tras el descubrimiento de 429 cadáveres en una zona forestal cercana a su iglesia en Kenia.
Paul Mackenzie supuestamente ordenó a sus seguidores que se mataran de hambre para poder encontrar el cielo antes del fin del mundo. Sin embargo, las autopsias muestran que algunos murieron por estrangulamiento o asfixia.
Fue arrestado en abril pasado después de que la policía rescatara a 15 miembros demacrados de la iglesia y los primeros cuerpos fueran descubiertos en tumbas poco profundas ubicadas en la zona forestal de Shakahola en el condado costero de Kilifi.
Las exhumaciones realizadas a lo largo de varios meses descubrieron 429 cadáveres, incluidos los de 191 niños, de los cuales hasta la fecha sólo 11 han sido identificados, según el pliego de cargos.
Se alega que Mackenzie obligó a sus seguidores a destruir sus documentos de identificación y les prohibió interactuar con cualquier persona fuera de la comunidad de culto.
Según Reuters, la hambruna masiva de los miembros estaba diseñada para ocurrir en tres fases: primero los niños, luego las mujeres, seguidos por los hombres jóvenes y finalmente los hombres mayores.
Actualmente cumple una condena de un año de prisión por operar un estudio de cine y producir películas para su predicación sin una licencia válida. Es una de las 95 personas que serán acusadas de asesinato, tortura infantil y otros delitos relacionados con la atrocidad.
Mackenzie fue acusado anteriormente de sermones extremos y de responsabilidad por la muerte de dos niños en 2017 y 2019. En el primer caso, fue absuelto de todos los cargos. Quedó en libertad bajo fianza en espera de juicio en relación con el segundo caso.
El líder de la secta también ha sido acusado de “facilitar la comisión de un acto terrorista”.
El miércoles compareció ante el Tribunal Superior de Kenia en Mombasa junto con 30 de sus seguidores, quienes también están acusados del asesinato de 191 niños. Ninguno se declaró culpable porque el juez accedió a una solicitud de evaluaciones de salud mental.
Mackenzie y sus coacusados negaron los cargos y comparecerán nuevamente ante el tribunal para una audiencia de fianza el 8 de febrero.