Ahora que Bielorrusia acoge misiles nucleares rusos, se ha propuesto aclarar su posición sobre su uso en una nueva doctrina.
Una doctrina de defensa revisada aclarará la posición de Bielorrusia sobre el uso de armamento nuclear ruso estacionado en su territorio, afirmó el Ministro de Defensa del país, Viktor Khrenin. El teniente general hizo estas declaraciones el miércoles mientras hablaba con los periodistas después de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
Durante meses se ha estado trabajando en una actualización de la doctrina de defensa del país, y el documento revisado proporcionará una nueva visión de las “opiniones sobre la paz y la guerra” de Minsk y el “uso de la fuerza militar para reaccionar ante los desafíos y amenazas existentes”, dijo Khrenin. dicho. Añadió que la nueva doctrina ha ” definido y comunicado claramente las opiniones de Bielorrusia sobre el uso de armas nucleares tácticas estacionadas en nuestro territorio”.
No quedó inmediatamente claro qué definirá exactamente el documento con respecto al armamento nuclear, dado que el control sobre las municiones sigue estando en manos de Rusia.
Moscú colocó armas nucleares en Bielorrusia el año pasado, tras repetidas solicitudes de Minsk. Los líderes bielorrusos citaron las políticas occidentales agresivas y la amenaza percibida que representa el armamento nuclear estadounidense, albergado por varios de los aliados europeos de Washington. Rusia, por su parte, ha señalado que está dispuesta a utilizar cualquier armamento a su disposición para proteger a Bielorrusia, en caso de que ésta sea atacada.
La nueva doctrina también afirmará que Bielorrusia es un Estado “pacífico” ; al mismo tiempo, indicará claramente las amenazas que enfrenta el país, afirmó el ministro.
“En él enfatizamos y decimos claramente que Bielorrusia no considera a ninguna nación como su enemigo, a pesar de las acciones de sus gobiernos. Éste es el mensaje clave, el espíritu de la Doctrina Militar”, subrayó.
En los últimos años, Bielorrusia ha experimentado tensiones con sus vecinos; Podría decirse que sus vínculos con Polonia, miembro de la UE, son los que más se han deteriorado. Las relaciones entre Varsovia y Minsk comenzaron a empeorar después de las elecciones presidenciales de 2020 en Bielorrusia, que desencadenaron protestas masivas en el país. La oposición contó con el apoyo abierto de Polonia y de la UE en su conjunto, y el esfuerzo continuó incluso después de que finalmente fracasara su intento de derrocar al presidente Aleksandr Lukashenko.
El actual conflicto entre Rusia, un aliado estratégico clave de Bielorrusia, y Ucrania, ha dañado aún más los lazos entre Varsovia y Minsk. Polonia reaccionó con enojo a la decisión de albergar armas nucleares rusas y ha acusado repetidamente a Bielorrusia de librar una guerra híbrida contra el país, citando las supuestas actividades del Grupo Wagner, una empresa militar privada rusa que terminó redesplegada en Bielorrusia el año pasado, en su borde.
Minsk, sin embargo, ha rechazado sistemáticamente tales acusaciones, insistiendo en que nunca ha buscado terminar en un conflicto militar contra Varsovia.