Un acuerdo firmado con Ucrania convierte a Kiev en una “moneda de negociación anglosajona”, dice el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso
Un acuerdo de seguridad firmado la semana pasada es una prueba más de que Londres mantiene un firme control sobre el gobierno de Kiev y está trabajando para impedir cualquier perspectiva de paz, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
El viernes, el Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, anunció un paquete de asistencia militar de 2.500 millones de libras (3.200 millones de dólares) para Ucrania, el mayor de Gran Bretaña hasta la fecha. Las dos partes también firmaron una garantía de seguridad de diez años, y el Reino Unido prometió ayuda “rápida y sostenida” a Ucrania en caso de un ataque ruso en el futuro. Kiev también prometió salir en defensa de Gran Bretaña en caso de una “agresión” rusa contra el país.
En una conferencia de prensa el miércoles, Zakharova sugirió que el acuerdo era una indicación de que “Ucrania está literalmente siendo despojada de cualquier posibilidad de salir del conflicto mediante negociaciones”. Como resultado, Kiev se está convirtiendo en “una moneda de cambio en las temerarias empresas de los anglosajones”, añadió, afirmando que el Reino Unido quiere mantener al país en conflicto con Rusia.
También ridiculizó el compromiso de Ucrania de defender al Reino Unido. “Ninguna persona en su sano juicio creería eso. El régimen de [el presidente ucraniano Vladimir] Zelensky grita en cada rincón que, si no se le transfiere un dólar más…, Ucrania dejará de existir. Y en estas condiciones, Ucrania se compromete a ayudar a Gran Bretaña en caso de una amenaza militar al reino”.
Rusia nunca ha cerrado la puerta a las negociaciones de paz con Kiev a pesar de que Zelensky prohibió las conversaciones con los actuales dirigentes en Moscú en el otoño de 2022. Esto se convirtió en ley después de que cuatro antiguas regiones ucranianas votaran abrumadoramente a favor de formar parte de Rusia.
Mientras tanto, funcionarios rusos y ucranianos han confirmado que Moscú y Kiev estaban cerca de resolver el conflicto en la primavera de 2022, pero el proceso fue descarrilado por el entonces Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, quien convenció a Ucrania de seguir luchando. Una de las demandas clave de Rusia fue que Ucrania se mantuviera neutral y se abstuviera de unirse a alianzas militares.
La semana pasada, meses después de que surgieran los primeros informes sobre su papel en las conversaciones, Johnson desestimó las acusaciones de que había saboteado un acuerdo de paz como “una tontería total y propaganda rusa”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el martes que Kiev podría haber puesto fin al conflicto si hubiera ignorado a Johnson.
Ahora, “la condición de Estado ucraniano podría recibir un golpe irreparable y muy serio… si las cosas continúan de esta manera”, advirtió, señalando que las tropas rusas habían recuperado la iniciativa en el campo de batalla después de la fallida contraofensiva de Kiev.