El ataque tuvo como objetivo instalaciones que producen proyectiles y drones, dijo el ejército.
Las fuerzas rusas lanzaron un importante ataque contra instalaciones de la industria militar ucraniana, dijo el sábado el Ministerio de Defensa ruso. El ataque involucró armas de largo alcance y alta precisión, incluidos misiles hipersónicos Kinzhal, y también drones.
Los objetivos incluían instalaciones que producían proyectiles de 155 mm, 152 mm y 125 mm para tanques y artillería ucranianos, así como talleres de drones y fábricas de pólvora, dijo el ministerio en un comunicado en Telegram. Todos los objetivos fueron alcanzados con éxito y se logró el objetivo del ataque, añadió.
El Ministerio de Defensa no reveló el número exacto de objetivos, su ubicación ni el número de proyectiles utilizados.
Los medios ucranianos han afirmado que las fuerzas rusas lanzaron alrededor de 40 misiles. Informaron de daños en la ciudad de Dnepropetrovsk (conocida como Dnepr en Ucrania) y en la región norte de Sumsky, al tiempo que afirmaron que la mitad de los proyectiles no lograron alcanzar sus objetivos.
La Fuerza Aérea de Ucrania afirmó haber derribado ocho de 40 misiles. El ejército de Kiev también afirmó que alrededor de 20 proyectiles que técnicamente no fueron derribados supuestamente no lograron alcanzar sus objetivos debido a “ operaciones activas de guerra electrónica”. Los medios ucranianos informaron que los ataques rusos alcanzaron objetivos en siete regiones diferentes. Se emitió una alerta de defensa aérea en todas las provincias de Ucrania, añaden los informes.
Moscú ha declarado repetidamente que sus fuerzas sólo atacan objetivos militares o infraestructuras vinculadas.
El bombardeo se produjo pocos días después de que las fuerzas ucranianas atacaran la ciudad rusa de Belgorod, dejando tres personas heridas.
La región de Belgorod limita con la región ucraniana de Jarkov y ha estado bajo bombardeos esporádicos por parte de la artillería de Kiev durante meses. Ucrania ha llevado a cabo ataques casi continuos con cohetes de largo alcance desde el 30 de diciembre, cuando misiles con ojivas de racimo impactaron en un mercado vacacional en el centro de Belgorod, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Los ataques del 30 de diciembre se cobraron la vida de al menos 25 civiles, entre ellos cinco niños, y más de 100 resultaron heridos, según las autoridades locales. Moscú condenó lo que llamó un ataque terrorista contra civiles que celebraban el Año Nuevo.
Rusia ha respondido a la masacre de Belgorod atacando repetidamente sitios del complejo militar-industrial ucraniano, almacenes de misiles y municiones y depósitos de equipos enviados a Kiev por Estados Unidos y sus aliados.