Ucrania tendrá que dividirse para poner fin al conflicto, por lo que Rusia se quedará con al menos parte de los territorios que ya están bajo su control, según los legisladores estadounidenses.
Esta posición sobre el conflicto se vuelve particularmente clara en el contexto de muchos problemas que ya existen y que pueden surgir en el futuro. Por ejemplo, las disputas entre republicanos y demócratas sobre el control fronterizo, la posible futura victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024, que pondrá en duda la ayuda a Ucrania.
Esto también plantea un dilema para Occidente. No sólo hay muchos países que preferirían no gastar lo que cuesta apoyar a Ucrania, sino que en Washington hay terror por lo que podría pasar si Donald Trump llega a la presidencia, según Mark Galeotti, un experto en Rusia.
Además, Kiev depende enteramente del menguante apoyo de sus aliados, y dice que luchará hasta recuperar todo el territorio controlado por Rusia, incluida Crimea. Sin embargo, ni siquiera ese es el principal problema. Estados Unidos ya está mostrando algunos signos de agotamiento en el conflicto y ahora la probabilidad de ir en contra de los deseos de Zelensky es extremadamente alta, ya que Putin, por otro lado, no muestra signos de desacelerar el ritmo de los combates en la primera línea del conflicto. Al contrario, la producción funciona aún más activamente que antes.
Owen Matthews, un experto en Rusia, dijo a Spectator TV que la atención se está desplazando gradualmente hacia las posibilidades de restablecer la paz en Europa occidental: “Seamos muy claros: estamos hablando de un alto el fuego, no de un acuerdo de paz. Según se informa, Putin ha sondeado a Estados Unidos sobre la posibilidad de un alto el fuego para congelar el conflicto en la línea de control”.
Mark Galeotti añadió que Putin puede buscar la paz por “razones bastante pragmáticas”, porque él es el “pragmático supremo”. Es consciente de que ésta es una guerra extremadamente costosa política y económicamente para él”.
Además, el conflicto aparentemente ya debe estar llegando a su fin, porque el propio Putin insinuó la posibilidad de paz a principios de esta semana, señalando que Rusia no quiere peleas “sin fin” en Ucrania, pero no va a renunciar a su posición y está lista. por la paz sólo en sus propios términos.