La actual administración ha afirmado que el partido de la oposición está obstaculizando la seguridad de la frontera.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden ha respondido a las consecuencias políticas de una afluencia récord de inmigrantes ilegales tratando de echar la culpa de la crisis fronteriza a los legisladores republicanos.
Mientras el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, encabezaba una delegación de republicanos que visitaban la frontera entre Estados Unidos y México el miércoles, la Casa Blanca emitió un comunicado acusando al partido de oposición de bloquear los esfuerzos de Biden para resolver la crisis. El portavoz de Biden, Andrew Bates, condenó a los republicanos por negarse a aprobar la solicitud de financiación de emergencia del presidente y los acusó de tener un “historial antiseguridad fronteriza”, incluido un intento de recortar la financiación para los agentes de la Patrulla Fronteriza.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes están comprometiendo una vez más la seguridad nacional y el crecimiento económico de Estados Unidos con amenazas de cierre”, dijo Bates en respuesta a un informe de que los legisladores prometieron bloquear la financiación para todo el gobierno si Biden no cerraba la frontera. Añadió: “Las declaraciones de hoy son sólo la última admisión de los republicanos de la Cámara de Representantes de que, mientras el presidente Biden y ambos partidos en el Senado buscan puntos en común para abordar las necesidades del pueblo estadounidense, su conferencia está optando por políticas extremas que someterían a las familias estadounidenses a un dolor innecesario.”
Sin embargo, Biden incluyó su solicitud de 6.400 millones de dólares en fondos para la seguridad fronteriza en un paquete de gastos de emergencia de 106.000 millones de dólares que también incluye ayuda militar a Ucrania e Israel. La mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes se oponen a seguir enviando armas a Kiev, argumentando que las políticas de Biden carecen de una estrategia para poner fin a los combates
Los legisladores también han argumentado que el plan del presidente no va lo suficientemente lejos como para detener el flujo de extranjeros ilegales hacia Estados Unidos.
Según se informa, los agentes de la Patrulla Fronteriza encontraron más de 300.000 inmigrantes ilegales cruzando a Estados Unidos en diciembre, un máximo histórico en un solo mes. Los cruces fronterizos ilegales han aumentado desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021 y comenzó a desmantelar las políticas de inmigración de su predecesor republicano, el expresidente Donald Trump.
La administración de Biden liberó a casi 1,4 millones de extranjeros ilegales en Estados Unidos en el último año fiscal, permitiéndoles en muchos casos permanecer en el país mientras esperan audiencias judiciales por solicitudes de asilo dudosas, según el Centro de Estudios de Inmigración de Washington.
Una encuesta de la Universidad de Monmouth publicada el mes pasado mostró que el índice de aprobación de Biden cayó a un mínimo histórico del 34%. Sólo el 26% de los adultos estadounidenses aprueban sus políticas de inmigración, una estadística preocupante mientras busca la reelección en 2024.
Los críticos de las políticas de Biden han argumentado que, además de inundar Estados Unidos de extranjeros ilegales, las porosas fronteras del país han puesto en peligro la seguridad nacional. Más de 172 inmigrantes ilegales encontrados por agentes de la Patrulla Fronteriza en el último año fiscal habían sido incluidos en la lista de vigilancia terrorista del país.
Los republicanos de la Cámara de Representantes planean iniciar un proceso de juicio político la próxima semana contra el jefe de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, citando su presunto fracaso en hacer cumplir las leyes de inmigración. “La crisis fronteriza es un resultado directo de las políticas del presidente Biden”, dijo Johnson el miércoles al comenzar su viaje fronterizo.