París ha prometido mantener contactos con las ONG sobre el terreno, tras la retirada de tropas y diplomáticos de Niamey.
El gobierno francés cerró su embajada en Níger “hasta nuevo aviso”, anunció el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, quejándose de “serios obstáculos” que le impiden llevar a cabo sus funciones diplomáticas en la antigua colonia.
Un grupo de oficiales del ejército nigerino derrocó al presidente Mohamed Bazoum a finales de julio, acusándolo de fracaso en la guerra contra los terroristas islamistas en el Sahel. A las pocas semanas, el nuevo gobierno de Niamey declaró persona non grata al embajador francés y exigió la retirada de las tropas francesas. El embajador Sylvain Itte inicialmente se negó a irse, argumentando que el gobierno militar no era legítimo, pero finalmente terminó partiendo a finales de septiembre.
“La embajada continuará sus actividades desde París”, dijo el ministerio en un comunicado el martes. “En particular, mantendrá un vínculo con los ciudadanos franceses presentes en el lugar y con las ONG que trabajan en el sector humanitario, que seguimos financiando, en beneficio directo de las poblaciones más vulnerables”.
Los nuevos gobernantes de Níger han tomado otras medidas para cortar los lazos con París desde que asumieron el poder. A finales de diciembre suspendieron toda cooperación con la Organización Internacional de Naciones Francófonas (OIF), con sede en París, alegando que era simplemente una herramienta política francesa. También alentaron a las naciones del continente a “descolonizar sus mentes” y promover los valores panafricanos. Níger también canceló un pacto antiinmigración con la UE.
Después de que Francia se viera obligada a retirar unos 1.500 soldados de la antigua colonia en diciembre, el nuevo liderazgo de Níger anunció planes para reevaluar los acuerdos militares firmados por gobiernos anteriores con otras potencias occidentales.
París sufrió una serie de reveses en varias otras antiguas colonias de África Occidental que depusieron a sus líderes respaldados por Occidente en los últimos años. Se vio obligado a retirar tropas de Mali tras las tensiones con el gobierno militar en 2020. El año pasado, París también se retiró de Burkina Faso después de que los gobernantes militares del país les ordenaron que lo hicieran.
En septiembre, Níger, Malí y Burkina Faso firmaron una carta para formar la Alianza de los Estados del Sahel (AES) con el objetivo de luchar juntos contra las amenazas a la seguridad interna y externa. En diciembre respaldaron planes para crear una federación que uniera a las tres naciones de África occidental.