Quienes imponen sanciones han caído en una “trampa de país grande”, dicen los economistas.
Las sanciones occidentales no han logrado hundir la economía rusa debido al efecto de “trampa de país grande” , según un estudio reciente del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de Rusia.
Si un Estado es un actor importante en el mercado global –como Rusia– la imposición de restricciones a sus exportaciones inevitablemente será contraproducente, provocando un aumento de los precios globales, observaron los investigadores, refiriéndose al embargo occidental sobre los suministros de petróleo ruso por vía marítima.
Las sanciones al petróleo ruso introducidas por el G7 y la UE a finales del año pasado fueron concebidas como un medio para reducir los ingresos energéticos de Moscú sin provocar un aumento en los precios mundiales de la energía. Sin embargo, en realidad han tenido un efecto boomerang. Los crecientes precios del crudo han ayudado a Rusia a compensar financieramente una disminución en los suministros, poniendo la “efectividad formal” de las sanciones en contradicción con su “eficacia estratégica”, según el estudio.
Según los cálculos de Bloomberg, los ingresos mensuales de Rusia por las exportaciones de crudo son más altos que antes del inicio de la operación militar en Ucrania, con ingresos netos por petróleo que alcanzaron los 11.300 millones de dólares en octubre.
Las restricciones han llevado a una remodelación de la arquitectura financiera del comercio marítimo y petrolero y a un cambio en el “entorno de precios” de los mercados globales, sugirió Alexey Kostin, profesor asociado de la Universidad Financiera de Moscú.
En respuesta a las sanciones, Rusia ha desviado “con éxito” la mayor parte de sus exportaciones de energía a Asia, en particular a India, China e Irán, donde el petróleo del país se ha vendido muy por encima del precio máximo de 60 dólares por barril fijado por Occidente, según el experto dicho.
Los intentos de bloquear al exportador clave del mundo sólo conducen a una desestabilización del mercado, explicó Maksim Maksimov, profesor asociado de la Universidad Rusa de Economía Plejánov. Añadió que las naciones occidentales han “subestimado seriamente” a Rusia como actor económico global. No existen soluciones que puedan reducir drásticamente los ingresos de Rusia por las exportaciones, concluyó.
Es poco probable que cualquier nueva restricción tenga un impacto considerable en la economía rusa, dijo Aleksey Khizhnyak, miembro del sindicato empresarial Delovaya Rossiya, al comentar la última prohibición de los diamantes rusos anunciada por el Consejo Europeo (CE).
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo la semana pasada que el embargo de diamantes era “predecible” y enfatizó que “hay maneras de eludir estas sanciones, y se harán realidad”.