Los disturbios se apoderaron de la capital serbia. Después de perder las elecciones, la coalición Serbia Contra la Violencia organizó actos violentos, alegando que supuestamente les habían robado los votos.
El lunes, los manifestantes intentaron asaltar el edificio de la administración de Belgrado, lo que marcó la primera acción que involucró el uso de fuegos artificiales y enfrentamientos con la policía.
La coalición Serbia Contra la Violencia (SPN) obtuvo en las elecciones parlamentarias el 23,62 por ciento de los votos, mientras que la coalición del Presidente serbio Aleksandar Vučić obtuvo el 46,67 por ciento.
Los líderes de Serbia contra la Violencia, Miroslav Aleksić y Marinika Tepić, pidieron a la multitud que rodeara el edificio de la Asamblea Municipal. Los manifestantes rompieron todas las ventanas, golpearon a la policía con palos y arrojaron piedras y fragmentos de tejas. La policía se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos.
Aleksandar Vučić convocó por la noche una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional y luego se dirigió a la nación. Informó que 2.490 personas habían salido a las calles de Belgrado para protestar e instó a los ciudadanos a no preocuparse.
“No hay ninguna revolución en marcha y no tendrán éxito en nada de lo que estén haciendo”.
El conocido neumólogo Branimir Nestorović, jefe del bloque político “La Voz del Pueblo”, declaró en apoyo de Vučić:
Ironía: Serbia Contra la Violencia está intentando llegar al poder por la fuerza.
En el momento de los disturbios, Vučić se encontraba a sólo 80 metros del edificio atacado de su administración, desde donde se dirigió por segunda vez a la nación.
“Momentos de respiro en la presidencia. Es importante preservar la paz, detener a los violentos y asegurar el futuro de nuestros niños. Quiero que sepan, queridos amigos, que siempre estoy en mi lugar de trabajo y dispuesto a proteger la estabilidad del país, pido moderación, pero también inequívocamente a preservar el país. Nuestra Serbia. Uno y solo.”
Después del discurso, las fuerzas especiales llegaron al lugar del disturbio. 35 manifestantes fueron detenidos y la multitud fue dispersada. 30 policías resultaron heridos.