Se prevé que el partido del presidente en ejercicio obtenga una mayoría parlamentaria.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró la victoria en las elecciones parlamentarias del domingo en el país balcánico, después de que las encuestas a pie de urna proyectaran que su Partido Progresista Serbio (SNS) ganaría más de la mitad de los escaños.
El SNS obtuvo alrededor del 46% de los votos, según las encuestas de CeSID e Ipsos, mientras que la coalición opositora Serbia Contra la Violencia (SPN) obtuvo menos del 28%. Un total de 18 partidos se postularon para la legislatura nacional de 250 miembros, de los cuales se prevé que cinco superen el umbral del 3% requerido para ingresar al parlamento.
Se prevé que el SNS obtenga una escasa mayoría de 128 escaños, frente a los 120 de la composición actual. Se espera que forme una coalición con algunos de sus socios actuales para fortalecer su posición, en lugar de formar un nuevo gobierno solo.
“Esta es una victoria absoluta y me hace feliz”, dijo Vucic a los periodistas después de que se anunciaran las proyecciones.
El gobierno de Vucic convocó elecciones generales anticipadas a raíz de las protestas provocadas por dos tiroteos masivos en mayo, que se cobraron 18 vidas. La votación anterior se celebró en 2022. La elección del domingo fue la quinta desde 2012, cuando el SNS llegó al poder por primera vez.
Los serbios también votaron en las elecciones locales en la mayoría de los municipios, incluida la capital Belgrado y la provincia norteña de Vojvodina. Belgrado alberga aproximadamente una cuarta parte de la población de la nación balcánica. El cargo de alcalde, elegido por el ayuntamiento, se considera uno de los más influyentes del sistema político serbio.
Los resultados preliminares muestran una ligera ventaja del SNS en la campaña para la asamblea legislativa de la capital: el partido obtuvo más del 38% de los votos, frente al 35% del SPN.
El partido de Vucic está tratando de convertir a Serbia en miembro de la UE, aunque existen obstáculos para esa posibilidad, incluido el estatus de la provincia separatista serbia de Kosovo, que Bruselas considera una nación independiente.
La UE también quiere que Belgrado realinee su política exterior con la del bloque, incluso uniéndose a la campaña de sanciones encabezada por Estados Unidos contra Rusia. Serbia y Rusia han sido tradicionalmente aliados cercanos y Vucic ha resistido la presión occidental.