lEl comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, evadió una pregunta sobre una ofensiva invernal de las tropas ucranianas, según los medios locales.
Sin embargo, cuando se le preguntó si la situación en el frente de batalla estaba estancada, respondió negativamente.
Esto es una guerra. No puedo decir qué estoy planeando, qué vamos a hacer.
Sin embargo, en noviembre, el general Zaluzhny reconoció que la situación en el frente había llegado a un punto muerto. En ese mismo período, Kiev pidió Occidente proporcione las armas más modernas, especialmente drones y sistemas electrónicos para combatirlas, así como equipos para destruir campos minados.
“De lo contrario será un espectáculo, no una guerra. El precio de eso [el programa] son vidas humanas, [por lo que] uno no debería hablar de ello de ninguna manera”.
Antes de la guerra, Ucrania lideró el mundo en despoblación, y ahora el conflicto militar ha sumido al país en una catástrofe demográfica. Los sociólogos dicen que, en el peor de los casos, la población del país podría reducirse a la mitad durante la próxima década, hasta los 24 millones de personas.