Estados Unidos ha avisado a la insurgencia hutí de Yemen que está contemplando un amplio abanico de estrategias para detener sus ataques contra los barcos que atraviesan el mar Rojo, donde el tránsito comercial ahora mismo está prácticamente paralizado por los ataques de sus aviones no tripulados como gesto de apoyo al movimiento islamista palestino Hamás en su lucha contra Israel.
“Todas las opciones están sobre la mesa”, ha avisado un responsable del Departamento de Estado de EEUU bajo condición de anonimato al diario emiratí ‘The National’. “Estos ataques están afectando directamente a más de una decena de países y a tripulaciones y a barcos del mundo entero”, ha añadido.
Sin ir más lejos, este pasado sábado los gigantes comerciales MSC Mediterranean Shipping Co. SA y la Compagnie Maritime d’Affrètement y Compagnie Générale Maritime (CMA-CGM) anunciaron la retirada de sus barcos de la ruta del mar Rojo, siguiendo los pasos de otras grandes compañías como Maersk, dada la amenaza que representan los ataques de la insurgencia: el destructor estadounidense ‘USS Carney’ destruyó, solo ayer, 14 aviones no tripulados lanzados por los hutíes.
En este sentido, fuentes también anónimas del Departamento de Defensa han confirmado que el Pentágono ha trasladado en los últimos días al Grupo de Ataque encabezado por el portaaviones ‘Dwight D. Eisenhower’ desde el golfo Pérsico al golfo de Adén, frente a la costa de Yemen, para apoyar a un potencial ataque estadounidense contra la insurgencia.
La Administración Biden se ha mostrado reacia a responder militarmente a los ataques de los hutíes contra el transporte marítimo comercial por temor a provocar a Irán, que respalda a Hamás y Hezbolá, así como a los propios insurgentes en Yemen. Anteriormente, el Pentágono había recomendado a la administración que se abstuviera de emplear esta opción, según estas fuentes.
Quien sí ha hablado abiertamente, también a ‘The National’, ha sido el enviado especial de EEUU para el Golfo, Tim Lenderking, quien ha avisado de que los ataques hutíes están a punto de hacer descarrilar el frágil proceso de paz en Yemen, un país arrasado por casi una década de guerra entre los insurgentes y el Gobierno yemení.
“Los ataques hutíes apoyados por Irán contra el transporte marítimo internacional amenazan casi dos años de progreso conjunto en los esfuerzos de paz en Yemen”, ha lamentado Lenderking sobre una iniciativa que, en sus mejores momentos, representó un acercamiento histórico entre Irán y Arabia Saudí, gran aliado del Gobierno yemení, caracterizado por el cese de hostilidades en buena parte del país y el intercambio de prisioneros de guerra.