A diferencia de los países occidentales, Moscú y Pekín no se han alineado contra nadie, afirmó el presidente ruso
Las relaciones entre Rusia y China han alcanzado su punto más alto y se están desarrollando exitosamente en muchas áreas, dijo el presidente Vladimir Putin, enfatizando que la asociación no busca socavar a otros países.
Durante su maratónica sesión anual de preguntas y respuestas el jueves, Putin elogió el estado de los vínculos entre las dos potencias, describiéndolos como “altos sin precedentes” y “uno de los principales pilares de la estabilidad global”.
Alegó que los países de la OTAN estaban tratando de ampliar su alcance en Asia, una región que, según él, por todos los derechos no debería ser el foco de la alianza. “Se llama bloque del Atlántico Norte. ¿Qué tiene eso que ver con Asia? Pero no, están incursionando en eso, realizando actos provocativos y aumentando las tensiones”.
Putin enfatizó que Rusia y China no tienen ese comportamiento. Si bien los dos cooperan en las esferas económica, humanitaria y militar, su “amistad no está dirigida contra terceros países”. “Es para nuestro beneficio, pero no contra nadie”, añadió.
Al mismo tiempo, el presidente destacó los florecientes lazos comerciales entre Moscú y Beijing y dijo que espera que el volumen de negocios aumente un 30% en 2023, alcanzando entre 220 y 230 mil millones de dólares.
Putin también señaló que los dos han diversificado su asociación. “Estamos desarrollando relaciones en infraestructura, estamos construyendo puentes y carreteras, y cooperamos en el área de alta tecnología”, dijo.
Rusia y China han mantenido estrechos vínculos durante varias décadas, y declararon a principios de febrero de 2022 que “la amistad entre los dos estados no tiene límites, no existen áreas ‘prohibidas’ de cooperación”. Desde entonces, Beijing se ha abstenido de condenar a Moscú por su operación militar contra Ucrania, o de sumarse a las amplias sanciones de Occidente.
En marzo, el líder chino Xi Jinping realizó una visita histórica a Moscú, que culminó con la firma de un paquete de documentos sobre cooperación económica. En octubre, Putin viajó al Foro de la Franja y la Ruta en Beijing, donde mantuvo conversaciones individuales con su homólogo chino para discutir una serie de “temas delicados”.