La ley de emergencia se redactó en respuesta a las preocupaciones de los tribunales del Reino Unido sobre la seguridad del reasentamiento de inmigrantes en el país africano.
Los legisladores británicos respaldaron la legislación de emergencia propuesta por el primer ministro Rishi Sunak para deportar a miles de solicitantes de asilo a Ruanda, en África Oriental. La Cámara de los Comunes votó el martes 313 a 269 a favor del proyecto de ley de seguridad de Ruanda, aprobando efectivamente la medida en su primera audiencia parlamentaria.
El proyecto de ley, que se publicó la semana pasada después de que Gran Bretaña firmara un nuevo tratado con el gobierno de Ruanda, tiene como objetivo abordar las preocupaciones de la Corte Suprema del Reino Unido de que el plan de deportar inmigrantes ilegales a la nación africana para su reasentamiento es ilegal.
El tribunal había afirmado en un fallo reciente que las personas enviadas a Ruanda bajo la política de asilo enfrentarían la amenaza de ser devueltas a sus países de origen.
El Ministerio del Interior dice que la nueva legislación aclara que Ruanda es un país seguro para los solicitantes de asilo y que los inmigrantes ilegales que cruzan el Canal de la Mancha pueden ser expulsados rápidamente.
El ministro del Interior, James Cleverly, también ha firmado un nuevo acuerdo jurídicamente vinculante con el país africano que le prohíbe deportar a solicitantes de asilo a un tercer país donde su vida o su libertad estarían amenazadas.
Sin embargo, el proyecto de ley de seguridad de Ruanda ha sido criticado, incluso por legisladores del Partido Conservador de Sunak, quienes han pedido que anule las leyes nacionales e internacionales que cuestionan el plan e impiden que los vuelos salgan hacia Ruanda.
La semana pasada, Robert Jenrick renunció como ministro de Inmigración de Gran Bretaña en protesta por el proyecto de ley, que según él “ no iba lo suficientemente lejos ” para impedir que los barcos de inmigrantes ilegales ingresen al Reino Unido. En su carta de renuncia, Jenrick afirmó que al no anular el derecho internacional y permitir que los inmigrantes impugnen su deportación en los tribunales, el proyecto de ley no “ pondría fin al tiovivo de desafíos legales que corren el riesgo de paralizar el plan. ”
Gran Bretaña ha tenido primeros ministros conservadores durante 13 años, todos los cuales han prometido reducir la inmigración ilegal. Sin embargo, las cifras se han disparado: casi 46.000 inmigrantes llegaron por mar el año pasado.
El plan de Ruanda es parte de una estrategia más amplia de Sunak para abordar las preocupaciones de los votantes sobre el número de solicitantes de asilo que desembarcan en costas británicas antes de las elecciones del próximo año. El gobierno británico ha pagado a Ruanda al menos 140 millones de libras esterlinas (175 millones de dólares) como parte del plan, pero no ha salido ningún vuelo hacia el país africano. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloqueó el despegue del primer vuelo a Ruanda el verano pasado.
En respuesta al apoyo de los parlamentarios a lo que llamó “ la ley antiinmigración más dura jamás creada ”, Sunak afirmó el martes que “ el pueblo británico debería decidir quién puede venir a este país, no las bandas criminales ni los tribunales extranjeros. ”
“ Eso es lo que ofrece este proyecto de ley. Ahora trabajaremos para convertirlo en ley para que podamos conseguir vuelos a Ruanda y detener los barcos ”, escribió el primer ministro británico en X (antes Twitter).
Mientras tanto, la directora de Human Rights Watch en el Reino Unido, Yasmine Ahmed, describió la decisión parlamentaria como “ una derrota para la decencia humana y un martillazo para el Estado de derecho ”.