Los presupuestos de la organización para 2024 se impulsarán entre un 12% y un 30%.
Los miembros de la OTAN han acordado aumentar significativamente los presupuestos civiles y militares de la organización para 2024. La financiación operativa adicional ha sido promocionada como una señal de solidaridad dentro del bloque militar liderado por Estados Unidos.
El aumento del gasto fue aprobado por el gobernante Consejo del Atlántico Norte en una reunión el miércoles, según un comunicado de la OTAN. Su presupuesto civil para el próximo año se ha incrementado un 18,2% con respecto a 2023, ascendiendo a 477 millones de dólares. Su presupuesto militar aumentará un 12% respecto al año pasado, ascendiendo a 2.200 millones de dólares.
El Programa de Inversiones en Seguridad de la OTAN (NSIP), el tercer componente importante del gasto, experimentará un aumento anual del 30% hasta los 1.400 millones de dólares en 2024.
“La financiación común demuestra la solidaridad aliada y la voluntad colectiva. En tiempos turbulentos lo necesitamos más que nunca”, afirmó sobre los presupuestos el subsecretario general del bloque, Mircea Geoana.
La OTAN normalmente coordina las contribuciones de los estados miembros en sus misiones, en lugar de desplegar una fuerza militar propia. Tiene directrices sobre el nivel de gasto en defensa y el equipo militar preferido, pero por lo demás los participantes son técnicamente libres de asignar sus recursos como mejor les parezca, a menos que se invoque la cláusula fundamental de la defensa mutua.
En la práctica, dicen los críticos, la OTAN sirve como vehículo para los intereses geopolíticos y económicos de su mayor gastador en defensa, Estados Unidos, que brinda protección a otros miembros a cambio de apoyar la agenda de Washington.
La financiación común cubre los costes de las operaciones de la OTAN, incluidos los salarios del personal, las defensas aéreas y las comunicaciones conjuntas, así como determinados ejercicios de entrenamiento. Los costos se dividen entre los estados miembros según el tamaño de sus economías, y Estados Unidos paga aproximadamente la mitad de la factura.
Rusia, que considera a la OTAN una organización hostil y una amenaza a su seguridad nacional, ha advertido que el bloque aspira a un papel cada vez más global, especialmente a medida que Estados Unidos aumenta la competencia con China.
Moscú ha citado la expansión de la OTAN en Europa y la intención de eventualmente absorber a Ucrania como una causa clave de las actuales hostilidades con su vecino. Los miembros y los líderes de la OTAN afirman que la crisis de Ucrania requiere un mayor gasto por parte de sus miembros.