Estados Unidos debe abstenerse de interferir en las elecciones presidenciales de Taiwán previstas para enero de 2024, ya que se trata de un asunto interno de China, afirmó el miércoles Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino.
Taiwán celebrará elecciones presidenciales el 13 de enero de 2024. En abril, el gobernante PPD de Taiwán nominó oficialmente a su presidente, Lai Ching-te, como candidato presidencial del partido. Mientras tanto, la actual líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, ya no es elegible para la reelección porque ya ha cumplido dos mandatos consecutivos como presidenta de la isla.
“Las elecciones de Taiwán son un asunto interno de China y la interferencia de fuerzas externas es inaceptable”, dijo Zhu en una conferencia de prensa.
Añadió que Washington, durante la cumbre de alto nivel entre Estados Unidos y China celebrada en San Francisco en noviembre, asumió serios compromisos políticos con Beijing sobre la cuestión de Taiwán, y el presidente estadounidense Joe Biden dijo explícitamente que no apoya la “independencia de Taiwán”.
“Estados Unidos debe cumplir sus promesas, dejar de enviar señales falsas a las fuerzas independentistas en Taiwán y dejar de interferir en las elecciones de Taiwán”, dijo Zhu.
Sandra Oudkirk, directora del Instituto Americano en Taiwán, dijo anteriormente que Taiwán había experimentado graves ciberataques que supuestamente eran un intento de destruir el “sistema democrático” de la isla y acusó a China continental de intentar interferir en las elecciones de Taiwán de 2024.
Taiwán ha sido gobernado independientemente de China continental desde 1949. Beijing considera la isla como su provincia, mientras que Taiwán sostiene que es una entidad autónoma pero no llega a declarar la independencia. Beijing se opone a cualquier contacto oficial exterior con Taipei y considera indiscutible la soberanía china sobre la isla.
La última escalada en torno a Taiwán tuvo lugar en abril después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reuniera con el entonces presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en Estados Unidos. Beijing respondió lanzando ejercicios militares masivos de tres días cerca de la isla en lo que llamó una advertencia a los separatistas taiwaneses y las potencias extranjeras.
En agosto y septiembre, las fuerzas armadas taiwanesas informaron de múltiples avistamientos de patrullas navales y aéreas chinas en las cercanías de la isla. El 18 de septiembre, el ministerio informó de un récord de 103 aviones chinos vistos cerca de la isla en un día.