La economía boliviana es hoy la de mayor estabilidad en Sudamérica y una de las más sólidas en el planeta, por lo cual es objeto de estudio internacionalmente, aseguró el presidente Luis Arce
“Hermanas y hermanos, aunque muchos quieran negarlo, la economía boliviana es la de mayor estabilidad en toda la región y una de las más estables en todo el mundo y por eso están estudiando lo que hacemos los bolivianos”, afirmó el mandatario.
Durante un acto de celebración por el Día del Chófer y el Transportista Boliviano, en la ciudad de Oruro, Arce recordó la importancia de la erradicación de la pandemia de Covid-19.
Explicó que, tras esta victoria sanitaria, la situación económica del Estado Plurinacional mejoró gracias a las políticas adoptadas por el Gobierno nacional en el contexto del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp).
“Ahora, nuevamente estamos perfilándonos hacia el desarrollo sostenido -describió el mandatario-, disminuyendo la pobreza, las desigualdades y manteniendo el modelo económico”.
Según el jefe de Estado, los indicadores económicos de organismos internacionales demuestran “claramente” que la recuperación económica en Bolivia “ha sido más rápida en comparación a otros países de la región”.
Argumentó que el Mescp funciona en épocas de bonanza y de problemas financieros, como los que actualmente afectan el mundo entero.
“Gracias a este modelo en Bolivia apuntamos a la industrialización con sustitución de importaciones para generar más ingresos y fuentes de trabajo”, enfatizó Arce.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en el segundo trimestre del año en curso, el producto interno bruto de Bolivia alcanzó una tasa de crecimiento del 2,21 por ciento, impulsado por la demanda interna.
En el contexto de la reconstrucción económica, las tasas de crecimiento mantuvieron una tendencia positiva que en 2021 fue de 6,1 por ciento; en 2022, llegó a 3,5 puntos porcentuales y en el segundo trimestre de este año fue de 2,21 unidades sobre 100.
La economía nacional se mantiene con un tamaño de 44 mil 315 millones, muy superior a los nueve mil que registraba Bolivia en 2005.
A estos indicadores se une el decrecimiento de la tasa de desocupación urbana, que en agosto del año en curso se redujo a 3,8 por ciento, “el más bajo” en muchas décadas, según el Ministerio de Economía y Finanzas.
Reportes oficiales precisan que, hasta septiembre de 2023, la inflación fue del 1,5 por ciento, uno de los indicadores más bajos del continente, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno nacional para preservar la estabilidad de precios y cuidar la economía familiar.