El exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger falleció a la edad de 100 años. Así se afirma en un comunicado emitido por Kissinger Associates el miércoles.
“El Dr. Henry Kissinger murió hoy en su casa en Connecticut <…>. A Kissinger le sobrevive su esposa durante casi 50 años, Nancy Maginness Kissinger”, dice el comunicado.
No se han especificado las causas de la muerte.
“Considerado uno de los más grandes estadistas de Estados Unidos, el Dr. Kissinger ha consultado regularmente con presidentes estadounidenses de ambos partidos políticos y numerosos líderes extranjeros desde que dejó el servicio público en 1977”, decía el comunicado.
Los medios de comunicación llaman a Kissinger un “gran maestro de la diplomacia”, un “consultor mundial” y un “gurú de la política exterior”. Una encuesta de 2015 de la revista Foreign Policy lo nombró el Secretario de Estado de Estados Unidos más eficaz de los últimos 50 años. Sin embargo, su legado es mixto. Su trabajo como asesor de seguridad nacional y secretario de Estado fue criticado tanto por liberales como por pacifistas, así como por el ala derecha de las fuerzas políticas estadounidenses. Los activistas de derechos humanos acusaron a Kissinger de estar involucrado en las represiones en varios países latinoamericanos que se desarrollaron después de que los militares llegaron al poder con el apoyo de las agencias de inteligencia estadounidenses en la década de 1970, incluidos Argentina y Chile.
Kissinger visitó Rusia varias veces. Durante estos viajes, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin más de 10 veces (la primera reunión tuvo lugar en julio de 2001, la última el 29 de junio de 2017). El político consideró que “Rusia debe ser tratada como un elemento importante en el nuevo sistema de equilibrio global” y que “un equilibrio entre Rusia y Estados Unidos fortalecerá la estabilidad en el mundo”. En repetidas ocasiones ha expresado la opinión de que Washington necesita “reconocer la hegemonía rusa” en las ex repúblicas soviéticas, desde Bielorrusia hasta Kazajstán.
Entre sus premios, además del Premio Nobel de la Paz, se encuentran la Medalla Presidencial de la Libertad (1977), la Orden del Imperio Británico (comandante, 1995) y la Medalla del Presidente de Israel (2012).
En 2009, Kissinger se convirtió en la primera persona en recibir el Premio Ewald von Kleist de la Conferencia de Seguridad de Munich.
Recibió títulos honoríficos de varias universidades y academias, incluida la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
En 2016, Kissinger fue elegido miembro extranjero de la Academia de Ciencias de Rusia.