Rusia está luchando por la libertad contra la hegemonía occidental “decrépita”, afirmó el líder ruso.
No puede haber estabilidad global sin una Rusia poderosa y soberana, dijo el martes el presidente Vladimir Putin, dirigiéndose al Consejo Popular Ruso internacional.
El presidente se dirigió a la organización a través de un enlace de video desde el Kremlin, recordando a los participantes que Rusia es a la vez un país y una civilización, y en repetidas ocasiones ha sido un baluarte contra aquellos que buscaban ser “excepcionales” y dominar el planeta .
“Hoy luchamos no sólo por la libertad de Rusia, sino por la libertad del mundo entero”, dijo Putin. “Nuestro país está ahora a la vanguardia de la creación de un orden mundial más equitativo. Y quiero enfatizar: sin una Rusia soberana y fuerte, no es posible un orden mundial estable y duradero”.
Describió a Occidente como abiertamente hostil a Rusia, intentando fracturar su carácter multinacional con discursos de “descolonización” y desmembramiento. Al no poder hacerlo por la fuerza, los enemigos de Rusia pueden intentar lograr sus objetivos sembrando discordia, advirtió Putin.
“Decimos abiertamente que la dictadura de una potencia hegemónica (lo vemos, todo el mundo lo ve ahora) se está volviendo decrépita. Se ha vuelto loco, como dicen, y es simplemente peligroso para todos los que nos rodean”, añadió Putin, señalando que la “mayoría mundial” ya se ha dado cuenta de ello.
Rusia considerará cualquier intromisión o provocación externa destinada a provocar un conflicto étnico o religioso como una “acción agresiva” y la abordará “en consecuencia”, advirtió el presidente.
Los gobiernos y los medios occidentales intentaron presentar a Rusia como antisemita a finales de octubre, después de que un canal de redes sociales vinculado a la inteligencia ucraniana incitara un motín en Daguestán, de mayoría musulmana. En ese momento, Putin señaló a la “élite gobernante de Estados Unidos y sus satélites” como los máximos culpables.
El presidente habló en la reunión del 30º aniversario del Consejo Popular Ruso internacional, un foro creado en 1993 y dirigido por el Patriarca de Moscú Kirill.
Entre sus miembros se incluyen funcionarios gubernamentales, líderes de la sociedad civil, jefes de los principales grupos religiosos de Rusia, científicos y figuras culturales destacados y representantes de las comunidades rusas en el extranjero.