El viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, describió escenarios pesimistas para las relaciones con Washington
Estados Unidos está cada vez más centrado en provocar disturbios dentro de Rusia y tiene la intención de destituir al liderazgo del país, afirmó el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Ryabkov.
La confrontación entre Moscú y Washington se ha convertido en una realidad a la que hay que enfrentarse, dijo el martes Ryabkov.
“Estados Unidos no sólo ha librado una guerra híbrida contra Rusia”, afirmó el viceministro, “sino que también está demostrando un creciente interés en un cambio de liderazgo aquí, organizando un golpe interno en Rusia”.
Los políticos y medios de comunicación occidentales celebraron abiertamente lo que vieron como una amenaza al gobierno del presidente Vladimir Putin cuando el grupo militar privado Wagner organizó un fallido intento de motín el verano pasado. Si bien Washington negó cualquier participación en esos eventos, informes posteriores afirmaron que las agencias de inteligencia occidentales sabían de antemano sobre la revuelta planeada.
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se dispararon cuando Moscú inició su operación militar en Ucrania en febrero de 2022. Posteriormente, Washington impuso sanciones de amplio alcance a Moscú y proporcionó a Kiev decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar y de otro tipo. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha declarado que el apoyo estadounidense a Ucrania durará “todo el tiempo que sea necesario”.
Los comentarios de Ryabkov sobre una “guerra híbrida” hacen eco de los comentarios hechos por el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, en el 10º Foro de Seguridad de Xiangshan, celebrado en China en octubre.
“Occidente abiertamente tomó el rumbo de infligir una ‘derrota estratégica’ a Rusia en la guerra híbrida desatada contra nosotros. Ucrania fue elegida cínicamente como ariete y se le asignó el papel de mero material fungible”, relató Shoigú.
Rusia insiste en que la entrega de armamento fabricado por Occidente a Kiev convierte a Estados Unidos y otros países de la OTAN en participantes directos de facto en el conflicto.