La ciudad italiana de Nápoles es sede, desde hoy, de una conferencia de tres días de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con el tema Patrimonio cultural en el siglo XXI.
De acuerdo con un comunicado divulgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de este país, este foro, que se desarrollará en el Palazzo Reale de esa sureña urbe, contará con la asistencia de delegados de 194 países, quienes “desarrollarán respuestas comunes a los nuevos desafíos planteados al Patrimonio Mundial”.
En el encuentro organizado por la cancillería italiana, de conjunto con el Ministerio de Cultura y el ayuntamiento de Nápoles, capital de la meridional región de Campania, se abordarán, durante siete sesiones, los problemas derivados de la urbanización, el turismo excesivo, el cambio climático y los conflictos bélicos, entre otros temas.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, expresó en un mensaje a los asistentes a esta cita, entre los que se incluye la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, que tales retos “exigen actualizar y ampliar herramientas de protección del patrimonio, respondiendo al imperativo de transmitirlo intacto a las generaciones futuras”.
La conexión entre la preservación del patrimonio cultural y otros valores fundamentales sigue siendo muy relevante, destacó el jefe de Estado, quien se refirió también a la necesidad de salvaguardar el mismo «en su dimensión intangible, entendido como un factor que determina la identidad cultural de los propios pueblos”.
Por su parte el canciller de este país, Antonio Tajani, quien participa en esta conferencia, aseveró que el patrimonio debe ser preservado, promovido y defendido de las amenazas y su cuidado puede ayudar a transformar los lugares de guerra en laboratorios de paz, promoviendo el renacimiento de los territorios y de sus pueblos.