Los migrantes contribuyen a estimular el crecimiento económico en los países de destino, no obstante, tienden a experimentar mayores dificultades para la inclusión laboral, advirtió hoy la Cepal.
El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar-Xirinachs, presentó este jueves en la sede en Chile de ese organismo de Naciones Unidas el informe sobre el panorama social de la región en 2023.
Interrogado por Prensa Latina sobre los flujos de migrantes, Salazar-Xirinachs explicó que cuando éstos están en situación de irregularidad deben operar en los márgenes de los mercados de trabajo.
“Esa situación los torna vulnerables a la explotación y a la exclusión también de la seguridad social”, dijo.
Explicó que aquellos con más bajas calificaciones tienden a concentrarse en el mercado informal, donde hay mayor facilidad de entrada, pero sin convenios salariales o protección social.
Los de mayor preparación también enfrentan barreras institucionales, académicas y culturales, ya sea porque el traslado a un mercado nuevo tiene lógicas y dinámicas distintas o por la dificultad de que se les reconozcan sus títulos o credenciales.
Entonces, eso redunda en ingresos promedio muy inferiores a sus habilidades, explicó.
El informe destacó el notorio aumento de la movilidad humana intrarregional en las últimas dos décadas y la importancia de entender el fenómeno como una contribución a los países de origen y destino.
Ante ese incremento de los flujos, que seguramente va a continuar, es fundamental la posibilidad de contar con vías regulares de ingreso y de integración a los mercados laborales, afirmó el secretario ejecutivo de la Cepal.
De acuerdo con el informe, los migrantes contribuyen a reducir los déficits estructurales de fuerza de trabajo y a estimular el crecimiento económico, sobre todo cuando la movilidad ocurre de manera legal y con protección de derechos.