El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que comunicó a la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, su aspiración de cerrar el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Una vez más Lula exterioriza tal deseo antes de Brasil terminar su presidencia rotativa del bloque sudamericano, el 7 de diciembre próximo.
Hace 24 horas, el mandatario brasileño charló por teléfono con Von der Leyen para tratar los avances hacia el desbloqueo del pacto de libre comercio entre las respectivas alianzas.
Un comunicado oficial indicó que la conversación entre los dos se centró en los avances en la negociación del compromiso, en especial los «puntos finales del acuerdo entre ambos bloques».
Ambos convinieron seguir de cerca el trabajo de los equipos negociadores y se espera que se reúnan durante la 28 Conferencia del Clima de Naciones Unidas (COP28) en Dubái, capital de Emiratos Árabes Unidos, que comenzaría el 30 de noviembre.
También el fundador del Partido de los Trabajadores habló por teléfono el 3 de noviembre con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre el trato comercial.
El Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, informó en la ocasión que, en la plática de cerca de 30 minutos, Lula insistió en la necesidad de acelerar la conclusión del compromiso.
Durante el diálogo, ambos políticos coincidieron en que la presidencia simultánea de Brasil en el Mercosur y de España en el Consejo Europeo representan una oportunidad para que el pacto sea finalizado.
El exdirigente obrero brasileño recordó que las negociaciones llevan 22 años y volvió a criticar las exigencias adicionales planteadas por la UE en el área ambiental.
Resaltó, en tal sentido, los avances en el país para la transición energética -el 80 por ciento de la matriz energética brasileña es limpia- y que el gigante sudamericano enfrentó graves efectos de los cambios climáticos, como la actual sequía en la Amazonia.
Hizo referencia a que Brasil deberá llevar a la COP28 en Dubai una propuesta común junto a los demás países con grandes reservas forestales tropicales.
Reafirmó asimismo la posición de restringir, en el acuerdo, el acceso a compras gubernamentales, particularmente en función de la necesidad de reindustrialización de Brasil y demás países del mecanismo regional.
Por su parte, Sánchez demostró estar de acuerdo con la necesidad de acelerar la finalización del acuerdo y que debe basarse en una relación de confianza mutua.
Subrayó la disposición demostrada por la Comisión Europea y se dispuso a mantener nuevas conversaciones a alto nivel, con vistas a concluir el pacto en breve.