Según se informa, millones de hogares en el país están luchando para hacer frente al aumento de las facturas.
Millones de hogares del Reino Unido han estado recurriendo a “medidas desesperadas”, como apagar sus frigoríficos o congeladores, para hacer frente a la crisis del coste de vida, según un nuevo estudio de la organización benéfica Joseph Rowntree Foundation (JRF).
Citado por The Guardian el martes, el informe encontró que en octubre una cuarta parte (2,8 millones) de los hogares de bajos ingresos del Reino Unido habían contraído deudas para pagar los alimentos, un tercio había vendido sus pertenencias para recaudar dinero en efectivo y uno de cada seis había utilizado so- llamadas “habitaciones cálidas” comunitarias.
Cuatro de cada cinco hogares con crédito universal se quedaban sin comida, apagaban la calefacción y no reemplazaban la ropa gastada. Casi un millón de hogares dijeron que desde mayo tuvieron que desconectar su frigorífico o congelador por primera vez.
Según el JRF, más de siete millones de hogares se habían quedado sin alimentos y otros artículos de primera necesidad en los últimos seis meses, a pesar del apoyo gubernamental dirigido al costo de vida.
“Millones de familias desconectando sus refrigeradores y congeladores es el último capítulo de una larga historia de dificultades”, dijo Peter Matejic, analista jefe del JRF. “Las personas corren el riesgo de enfermarse por comer alimentos en mal estado y por carecer de alimentos frescos y saludables. Esto corre el riesgo de causar daños duraderos a la salud de millones de personas”, advirtió.
El informe señaló que había crecientes preocupaciones en torno a la disminución de la ayuda financiera para las familias de bajos ingresos que se espera que el gobierno anuncie en su declaración de gastos de otoño la próxima semana.
“Es inadmisible que el gobierno esté considerando recortar los beneficios de las familias en dificultades para financiar recortes de impuestos”, dijo Matejic.